CON PRECAUCIÓN
Ahora un mixteco a la Suprema Corte de Justicia de la Nación
Por Sergio Mejía Cano
Pues al parecer todo indica que será el abogado de origen mixteco, Hugo Aguilar Ortiz quien presidirá la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a partir del próximo mes de septiembre, lo que no agradó a ciertos sectores de la población precisamente por su origen de uno de los pueblos originarios de lo que ahora son los Estados Unidos Mexicanos.
Resulta increíble que en pleno siglo XXI aún haya gente que cree superior a otras personas nada más por su origen autóctono, por su color de piel o simple y sencillamente por el parámetro que se ha forjado la humanidad sobre lo que es bonito, bello o feo, así como lo bueno y lo malo, lo que podría no ser así, pues algunos filósofos, como el indio OSHO, coincide en que en el mundo nada es feo ni bonito ni malo y bueno, ya que es el mismo ser humano quien ha inventado esos parámetros como lo ha hecho con decir que lo negro el bueno y lo blanco lo bueno; de ahí que provengan frases como hígados negros, un negro pensamiento, lo negro del comportamiento de alguien, una cena de negros, etcétera y, en cuanto a lo bueno, he ahí la frase de una blanca paloma de la paz.
Pasa algo similar con las personas, pues a lo largo de la existencia de la humanidad en los tiempos contemporáneos, cuando sucede algún acontecimiento nefasto hay quienes piensan de inmediato en que fue gente de piel oscura quienes hicieron ese daño, como algunas veces en que se lee alguna noticia de una matazón en algún lugar del mundo, hay quien piensa a priori que fue gente de piel oscura quienes hicieron eso. Sin embargo, hay claras pruebas de que las mayores atrocidades que ha sufrido la humanidad han sido efectuadas por personas de piel blanca, pues Adolfo Hitler no era de piel oscura, tampoco Harry Salomón Truman ni George W. Bush y menos Ronald Reagan y Donald Trump y todavía menos el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu; todos estos y otros más que, por supuesto no son de piel oscura, sino de piel blanca y de ojos claros quienes, con la mano en la cintura y quizás sin remordimiento alguno han y están ordenando genocidios y desapariciones de etnias y pueblos enteros.
En nuestro propio país tenemos muchos ejemplos de discriminación hacia los pueblos originarios, una discriminación que ahora recae sobre los hombros de futuro ministro de la SCJN, Hugo Aguilar Ortiz debido a su origen, pues así como hay quienes han puesto de ejemplo a otro personaje origen zapoteco: don Benito Pablo Juárez García, también hay quienes dicen que quizás vaya a haber necesidad de traer a un personaje de piel blanca, tal y como hicieron los conservadores en el siglo XIX que fueron a traer a Maximiliano de Habsburgo, porque se les hacía imposible que un indígena después de presidir la SCJN se hiciera presidente de la restaurada República Mexicana. No por nada hoy en día se han visto dizques mexicanos clamándole al presidente gringo, Donald Trump que intervenga en nuestro país, no porque ahora sea la posibilidad de que el abogado Hugo Aguilar Ortiz se vaya a convertir en presidente de nuestro país, sino porque ven y sienten que cada día pierden sus prebendas y privilegios de antaño que los hacían sentirse dueños de México.
Así que debido al origen mixteco del próximo presidente de la SCJN, ya han comenzado a aparecer en las redes sociales caricaturas y referencias a su origen, así como hasta denostaciones como en Aristegui Noticias en donde se le acusa como el responsable de haber de coordinas y persuadir a los habitantes de varias poblaciones de Oaxaca para que no protestaran por la rehabilitación de las vías férreas en el Istmo de Tehuantepec y, desde luego, el ser muy cercano al ahora expresidente, Andrés Manuel López Obrador, como si esa cercanía fuera un despropósito o pecado.
En nuestro país hay algunas personas que no nada más discriminan a la gente originaria de los pueblos autóctonos, sino que los denuestan hasta llamándolos hediondos, sucios e ignorantes; pero esto quizás sea más bien por la ignorancia de estas personas que así tratan a los también llamados indígenas, pues está comprobado que la gente de piel blanca puede ser más sucia que cualquiera de los nacidos dentro de una etnia y, a propósito de ignorancia, cualquier ser humano es capaz de convertirse en erudito siempre y cuando tenga los medios necesarios a su alcance para desarrollarse intelectualmente, pero precisamente por estar marginados, para la mayoría de ellos, los descendientes de los pueblos originarios es casi imposible sobresalir.
Sea pues. Vale.
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