Por: Sergio Mejía Cano
Vuelve el trenecito al parque La Loma, en Tepic
Gran regocijo y buena expectativa ha despertado en la mayoría de las familias tepiqueñas un boletín emitido por el gobierno del estado de Nayarit, y publicado por algunos medios informativos y portales de internet, en donde el gobernador, doctor Miguel Ángel Navarro Quintero, da a conocer la rehabilitación y próxima inauguración del trenecito del Parque La Loma de Tepic, con una inversión de más de 5 millones de pesos y con un nuevo trazo que abarcan casi dos kilómetros.
Como se sabe, este trenecito en el parque, cuyo nombre original es General Esteben Baca Calderón, es de gran tradición no nada más para los habitantes de la capital nayarita, sino para todos los nayaritas, así como para el turismo de todas partes que, en sus buenos días, se llegaron a pasear en este trenecito que circunda prácticamente casi todo este parque de La Loma.
Ahora, en cuanto se ponga en circulación nuevamente este gran atractivo de La Loma, faltará que se legisle para que se proteja esta inversión y ya no se deje caer, tal y como se hizo anteriormente, por todo lo que significa esta tradición para la ciudad de Tepic y, por ende, de todo el estado de Nayarit y más allá. Así que será necesario que el Congreso Estatal tome cartas en el asunto, para que en caso de que se lance una iniciativa de ley para que dentro del presupuesto de egresos se contemple una cantidad económica para el mantenimiento y conservación de este atractivo que, significa mucho para todos quienes se llegaron a pasear en este tren y, desde luego para las nuevas generaciones que no lo han conocido funcionando, sino que nada más han contemplado las ruinas en que decayó este trenecito que se dejó de lado, abandonándolo por lo menos en las dos últimas administraciones estatales.
Y tan necesario es que se fije un presupuesto para el mantenimiento y conservación de este trenecito, porque como está al aire libre, tanto la vía como el material rodante necesitan una revisión constante y más, por las temporadas de lluvias que, al caer, erosionan el terreno con la posibilidad de que se deslave debido a las corrientes inevitables y más, cuando las lluvias son muy fuertes y, en igual forma, el rodaje de las unidades requieren de una inspección constante para que las ruedas no sufran de un desgaste innecesario por algún tipo de fricción debido a falta de lubricación. Y todo porque esta rehabilitación no es enchílame otra y creer que, al quedar listo el trazo de la vía férrea y con que empiecen a rodar las unidades ya está todo listo; no, pues la vía requiere una revisión constante en cuanto a su nivelación, sobre todo en las curvas, pues precisamente son las lluvias, así como el ablandamiento del terraplén lo que va desnivelando con el tiempo el terreno pudiendo ocasionar en determinado momento un descarrilamiento, por lo que la revisión del nivel tanto en curvas como en tangentes, puentes y túnel, debe ser constante para que no pierda su grado de nivelación y así, ofrezca un servicio óptimo y seguro para los paseantes.
Bien por esta determinación de la administración del doctor Navarro Quintero de rehabilitar el trenecito de La Loma y más, porque hoy en día, hay personas de ambos sexos mayores de los 20 años de edad que no conocen ni saben de los trenes de pasajeros, a menos que los hayan visto en películas y fotografías, por lo que es bueno que, aunque sea un tren de parque, se den una idea de lo satisfactorio que es rodar sobre rieles.
Es muy probable que, al poner en funcionamiento de nueva cuenta el trenecito de La Loma, atraiga mucha más gente que contribuiría a que los comercios y negocios al interior del parque repunten en sus ventas, pues es muy dado que muchas personas desearán pasear en el tren saboreando alguna golosina o cualquiera clase de antojitos, alguna bebida, etcétera, para así disfrutar más y mejor del viaje que, por sus casi dos kilómetros de longitud y prácticamente rodear todo el parque, los paseantes podrán mirar y admirar todos esos lugares por donde van pasando, diciendo adiós a quienes andan haciendo ejercicio alrededor de La Loma, a los que van circulando en sus vehículos por las calles y avenidas aledañas al parque, así como a las personas que están en las bancas y jardines o disfrutando a su manera de su estancia en este parque que tanto significa para las familias tepiqueñas y visitantes.
Y, a propósito de visitantes, es muy seguro que después de disfrutar de este parque lo recomendarán y volverán para pasear otra vez en el trenecito.
Sea pues. Vale.