Por: Marco Vinicio Jaime
“Encuentro ideológico…con el Maestro Mora Iglesias…”
CONVICCIÓN, LEGALIDAD Y COMPROMISO
SOCIAL, PARA RESCATAR A LA UAN
La Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), mantiene intacta su razón de ser, que es la preparación presente y venidera de la sociedad nayarita frente a la creciente demanda de un mercado laboral cada más exigente, pero sobre todo de tal compendio cognitivo que facilite el entendimiento cabal del entorno con valores y compromiso por el cuidado sustancial de la naturaleza y el medio, y de la construcción solidaria de bienestar comunitario; y es esta finalmente la que ha prevalecido desde la fundación misma de la institución, y ha dado soporte estratégico para enfrentar, después de todo, el vendaval de los equívocos y lucro indiscriminado de beneficios para provecho de minorías y perjuicio de mayorías.
El reputado Maestro y catedrático universitario jubilado, Leopoldo Mora Iglesias, afirmó entonces en su acostumbrada sesión de: “Encuentro ideológico… con el Maestro Mora Iglesias…”, que es momento sin más preámbulo, de tomar decisiones que comporten un cambio drástico en la manera de entender e interpretar la esencia de la Universidad, como lo que debe ser ya realmente en los hechos: “de Nayarit”, lo cual parte de la regulación integral de la participación de la propia comunidad universitaria, toda -ya no a través de los tradicionales métodos que no han hecho más que excluirla y volverla espectadora de los que deciden unos cuantos-, a la par del involucramiento inteligente de la sociedad, es decir, introducir tal reforma en la Ley orgánica misma, que garantice ya, que tanto la elección de las autoridades rectorales, como de la conducción subsecuente de toda su estructura esté cabalmente respaldada por el consenso interno, y del exterior vía una ciudadanía interesada en la veracidad, la legalidad y la transparencia de los hechos, y deje de ser, como hasta ahora, agregó, un mero proceso de reacomodo de fuerzas, posiciones e intereses de sectores, con tan solo forma y apariencia de democrático.
Es de ahí, indicó el Maestro Mora, a compañeros de lucha y de la comunicación nayaritas ahí reunidos en torno de su mesa deliberativa, la importancia de actuar por tanto, con valentía y con honestidad, con visión de futuro, si de verdad es que se busca el rescate y fortalecimiento del patrimonio educativo del Estado, en este caso de la Universidad. Porque toda transformación, añadió, exige de arrojo, entrega, conocimiento, destreza, voluntad, comunicación inteligente -que suma, atiende y entiende de tiempo y circunstancias y de aliados-, y oficio para consumar el nacimiento de todo movimiento que en su paso de bien tangible para la colectividad, es capaz de suprimir al máximo las inercias que buscan la trascendencia para medrar y sostener su nocivo statu quo.
En consecuencia, el maestro, con un bagaje experiencial de más de 60 años en la batalla ideológica, la convicción de un pensamiento fincado en la izquierda, y su paso ininterrumpido en la docencia del normalismo y la cátedra universitaria, pero considerado a sí mismo, un ciudadano más que desea, que lucha y que siente como suya la proclama popular, de ser testigos directos de mejores condiciones de progreso, afirmó que pese a todo, mantiene viva su esperanza en ver que la denominada “Casa máxima de estudios”, llegue a ser precisamente con todo su peso, la casa de todos, porque todos participen en el robustecimiento continuo de su existencia presente y venidera.
Es de esta forma pues, como el maestro Mora Iglesias, no ceja en su intento de ver un nuevo orden democrático en todos los campos de la dinámica social, porque a través de su aporte, que aunque puede pequeño, ya es profundo, porque parte de la búsqueda genuina y de su convicción por un mundo mejor, y por consiguiente es consciente, al unísono del victorioso poeta y cantautor chileno, Víctor Jara que: “Canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva”. Adelante maestro, que su canto ideológico siga siendo valiente, y nuevo. En marcha, en comunicación, y enhorabuena.