CON PRECAUCIÓN

Infundios sin sustento ni fundamento y sin pruebas

Por Sergio Mejía Cano

Una de las preguntas más recurrentes entre familiares, amigos y conocidos es de si ya leímos el libro “El rey del cash”, libro que ha causado revuelo por su contenido, escrito por la señora Elena Chávez; un libro al que se le ha dado una gran difusión y que ha generado entrevistas tanto de la misma autora como de analistas opinando sobre el contenido del mismo.

Llama la atención que esa difusión ha sido tanta que algunos de estos analistas se preguntan por qué; aunque otros reconocen que de lo que se trata es que le llegue a la mayor parte de audiencia, por lo que no se les hace extraño el hecho de que, a pesar de que la editora es una empresa de gran prestigio y que difícilmente se prestarían a que dicho libro se esté difundiendo por los medios electrónicos, por lo que se facilita acceder al libro e incluso, en Google se puede descargar fácil y gratuitamente sin ningún problema y, a muchas personas les ha llegado por medio del wasap.

Por ejemplo en el programa de “Astillero Informa”, conducido por el periodista Julio Hernández López, los periodistas que participan en sus diversas mesas de análisis, aducen que posiblemente alguien le pagó a la casa editora y por eso no ha protestado ni dicho ninguna palabra sobre el hecho de que se esté difundiendo este libro en forma prácticamente masiva, pues de no ser así, dicha casa editora que es “Grijalbo” ya hubiese protestado de manera formal por los derechos de autor, así que, si no ha emitido ninguna queja, es porque ya está conforme por alguna razón de peso. Algo parecido a como cuando se investigó el porqué un disco aparecía más pronto en la piratería que a las disqueras, descubriéndose que a las compañías de grabación se les pagaba por el ”master” para copiarlo y así sacar a la venta pirata el nuevo disco; eso se llegó a decir, por lo que habría que tomar con prudencia esta información, porque también se decía que esta práctica le quitaba la comisión de regalías al cantante o grupo musical.

Respecto al libro El rey del cash, por lo que se oye y se ve en los medios y en pláticas de banqueta y café, ya varias personas lo han leído y el comentario común coincide en que dicho libro es más para dar risa que para tomarlo en serio, porque al parecer son más infundios y dichos sin sustento ni fundamento, porque también la autora pudo haber escrito en ese libro que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), come niños crudos, de que es cruel e inhumano, degenerado y un largo de epítetos sin prueba alguna.

Y sin prueba alguna, debido a lo que le respondió la señora Elena Chávez a la periodista Carmen Aristegui, cuando le preguntó si tenía pruebas de lo que había escrito respecto a las cantidades de dinero en efectivo que supuestamente le hacían llegar a AMLO, a lo que respondió la autora que, quienes tendrían que probar que no era cierto, eran los personajes que mencionaba en su libro. ¡Sopas! Con esta respuesta a Aristegui, algunos analistas compararon a esta dizque escritora con quienes dicen que un culpable es culpable hasta que no demuestre lo contrario, y no como está establecido que un imputado es inocente hasta que no se le demuestre lo contrario.

Uno de los analistas con Julio Astillero, no recuerdo si fue Témoris Greco, quien señaló que, en caso de que tuviese algo de veracidad lo comentado en el libro en cuestión, fácil habrían agarrado a AMLO y su equipo en la maroma, debido a que, precisamente, el hoy presidente de nuestro país, ha sido monitoreado prácticamente desde siempre cuando comenzó su vida pública como opositor y posiblemente desde antes. Por lo que, los anteriores gobiernos que siempre tuvieron en la mira el actuar y andar de AMLO, le hubieran sacado todos esos trapitos al Sol y así, no permitirle ni siquiera ser candidato a la Presidencia de la República y, posiblemente hasta ser apresado y encarcelado por delitos electorales, lavado de dinero, falta de pago de impuestos, etcétera, pero, como nada de eso sucedió y, como se dice que AMLO siempre fue monitoreado, las pruebas ahí estarían, porque dinero en efectivo no se puede ocultar tan fácilmente, siempre deja un hilo conductor hasta llegar a sus orígenes, sobre todo cuando de financiamiento a campañas políticas se refiere.

Pero qué más se podría esperar respecto a los adversarios y opositores de AMLO que, ya no saben que sacar, pues todas las denostaciones en su contra no prenden, ¿por qué? Pues porque posiblemente AMLO no tiene cola que le pisen o ha sabido tapar muy bien sus huellas.

Sea pues. Vale.

Redacción

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