Los líquidos corporales tienen que fluir libremente
Por Sergio Mejía Cano
El día 19 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, fecha determinada, se dice, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un cáncer que se considera como una de las principales causas de muerte no nada más en mujeres, sino también entre varones.
Desde luego que son varias causas las que originan este mal, por eso cada año en que se celebra esta fecha, se pone énfasis en que se cuide la gente, no nada más la que ya tiene presencia del mal, sino principalmente como prevención, por lo que se dan consejos y se exponen métodos para detectar a tiempo el cáncer de mama esencialmente haciendo un autoexamen, un auto tocamiento para, en caso de detectar alguna protuberancia, irritación, comezón o algún tipo de secreción, ya sea en el entorno de las glándulas mamarias o en los pezones, sobre todo en el conducto que segrega la leche materna y, entre los varones también, pues a pesar de que entre los varones este conducto podría estar atrofiado, podría suceder que por ahí se dé alguna emanación de algún líquido.
El cáncer de mama se ha extendido considerablemente hoy en día, pues cada día se acrecienta más este mal, y lo malo es que ahora no nada más entre personas mayores de 45 años de edad, tal y como se tenía promediado antes, sino que ahora el cáncer de mama se ha hecho presente en personas más jóvenes; pero sobre todo, más en las mujeres, pues ya se han dado casos en que mujeres de 20 años o un poco más de edad, han mostrado principios de este mal.
Lo bueno es que se dice que, siendo detectado a tiempo, es posible erradicar el incipiente cáncer; el problema está en que se han documentado casos en que, por ejemplo, la mayoría de las mujeres que acuden al médico por sentir molestias en las mamas, lo hacen ya cuando está avanzado dicho cáncer, y es por esto por lo que se pone mucho énfasis al recomendar que, en cuanto se sienta alguna anomalía, por pequeña que sea, acudir de inmediato a examinarse de bien a bien para que se determine médicamente si hay algo más que una simple molestia.
A principios de los años 80 del siglo pasado, por invitación de una de mis hermanas, acudí al exconvento Del Carmen, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, a una conferencia en donde una mujer, que se decía versada en cuestiones de salud, exponer su apreciación respecto a los desodorantes antitranspirantes, de esos que evitan que las axilas expelen el sudor; decía esta mujer que, podría ser que el incremento del cáncer de mama estuviera relacionado, aparte de otras causas, con el cáncer de mama, pues al evitar la salida del sudor, este líquido corporal, al no poder salir se iría acumulando ahí mismo en las axilas perjudicando los ganglios de esa zona corporal atrofiándolos de tal manera que tal vez comenzarían a formar ciertas protuberancias convirtiéndose primeramente en bolas de grasa, para posteriormente comenzar a formarse tumores, ya fueran malignos o benignos.
Y explicó esta señora que, si bien el sudor no es grasa en sí, sino un líquido que ayuda a expulsar toxinas y otras substancias que no ocupa el organismo, al no poder salir y acumularse es que torna a convertirse en grasa corporal, pero más por los demás tejidos y músculos de alrededor.
Hará cosa de algunos tres años en que tuve la oportunidad de conocer a una oncóloga, a la que le pregunté respecto a aquello que había oído alguna vez sobre la posibilidad de que los desodorantes antitranspirantes contribuían al desarrollo del cáncer de mama, respondiendo la oncóloga que no se tenía evidencia sobre esto, que era una mala interpretación, que eso no era posible. Al insistir de que había cierta lógica en lo de que al no poder salir el sudor y acumularse en la zona cercana a las glándulas mamarias podría ser un posible generador del cáncer; y la oncóloga persistió en su afirmación de que esto no era posible, que no había pruebas a pesar de que se habían elaborado muchos estudios para determinar posibles causas del cáncer de mama y no se había encontrado, hasta entonces, ninguna referencia a que dichos desodorantes estuvieran relacionados con leste terrible mal y, tal vez piqué en falso, porque se hizo evidente que mi cuestionamiento la molestó considerablemente, por lo que en lo sucesivo se mostró cortante para con un servidor ya no atendiendo mis cuestionamientos.
La misma Naturaleza nos ha demostrado lo contraproducente que es tratar de retener la corriente de agua o de cualquier líquido, pues busca su salida a como dé lugar.
Sea pues. Vale.