Adornos y nacimientos navideños con cargo al erario
Por Sergio Mejía Cano
En varios medios informativos a nivel nacional recientemente se dio a conocer una nota referente a un amparo que se interpuso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en contra de las autoridades del municipio de Chocholá, Yucatán, para que se abstengan de colocar adornos navideños en lugares públicos con cargo al erario.
Esto levantó ámpula en gran parte de la opinión pública, pues ya es tradicional que cada año en temporada navideña se coloquen adornos de este tipo en la mayoría, si no es que en todas las ciudades y poblaciones de nuestro país. Adornos que, en sí, llaman la atención debido a su creación que muestran motivos navideños y con luces que hacen el deleite de la mayoría de quienes los contemplan.
Sin embargo, al parecer a la Jerarquía Católica no le gustó el que la SCJN haya hecho caso de este amparo y esté por dar una resolución, pues en el portal de internet de la revista Proceso, aparece una nota firmada por Diana Lastiri, cuyo encabezado reza “Iglesia condena propuesta de Corte que prohíbe nacimientos navideños en espacios públicos” y, al parecer trata de confundir esta Iglesia al señalar la Conferencia del Episcopado Mexicano que “el derecho a la libertad religiosa supone un verdadero Estado Laico que permita la libertad de creer o no creer, incluso de cambiar de credo u opciones fundamentales”.
Y al parecer trata de confundir porque no es en sí el que se prohíban la instalación tanto de nacimientos como demás adornos navideños, sino de que no se utilicen recursos públicos para su instalación.
De acuerdo con la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, se establece ahora que procesiones y misas en lugares públicos se podrán llevar a cabo siempre y cuando reciban el permiso solicitado para llevar a cabo estas manifestaciones religiosas. Así que se entiende que la SCJN no va a prohibir que se coloquen adornos ni nacimientos navideños, sino que no se gaste el dinero público para este fin; así que, si la misma Jerarquía Católica o alguna Asociación Civil quiere colocar nacimientos y adornos en la etapa navideña, pues que los recursos salgan de los bolsillos particulares y no del dinero público. Así de fácil.
El Estado Laico que nos rige no prohíbe precisamente que la gente crea en lo que mejor le acomode o que no crea en nada, sino que de acuerdo a esta ley de Culto Público, ninguna Iglesia debe de tener preferencia alguna, por lo que darle recursos del erario a la Iglesia Católica se podría tomar precisamente como eso: tener preferencia sobre las demás asociaciones religiosas, por lo que así como se manifiesta hoy en día la Iglesia Católica, también lo pueden hacer las demás Iglesias que existen en México, sin que ninguna de ellas tenga preferencia y sin que se les suelten recursos públicos para hacer sus promociones.
Los adornos y nacimientos navideños se han colocado en las principales calles y avenidas de muchas ciudades y poblaciones desde hace muchos años; el problema es que por lo regular su instalación, se dice, han corrido con gasto de dinero público, pues se ha documentado que cuando termina la etapa navideña, dichos adornos y luces son guardados en bodegas públicas pertenecientes ya sea a los estados o municipios del país.
Así que se entiende que no quedará prohibida la instalación de estos adornos y nacimientos, sino que se podrán colocar siempre y cuando el dinero para su creación e instalación le cuestes a los particulares que quieran ponerlos, después de recibir el permiso respectivo para llevarlo a cabo.
Un caso contrario se podría considerar con los adornos que se colocan en el mes de septiembre referentes a la Independencia de México, pues esto es recordar la historia de aquella etapa y recordar a los héroes que nos dieron patria, por lo que el gasto para estos adornos patrios sí se pueden erogar utilizando recursos públicos, pues engloba a todo el país y son festejos históricos; no así las manifestaciones religiosas que, como se ha dicho, no las prohíbe el Estado Laico que nos rige, sino que no le deben costear con dinero público que aporta todo el pueblo mexicano.
Así que no debemos confundirnos, pues una cosa es que se llegara a prohibir la instalación de adornos y nacimientos en la etapa navideña y otra que ya no le cuesten al erario ya sea federal, estatal o municipal, sino que les cuesten a quienes quieran colocarlos.
La libertad de creencias sigue vigente, cada quien puede creer en las creencias que desee; pero que no se involucren recursos públicos.
Sea pues. Vale.