La ultraderecha internacional hace un cónclave en México
Por Sergio Mejía Cano
Desde el pasado jueves 17 del presente mes de noviembre de 2022 comenzó a circular una nota en diversos medios informativos, así como en portales de internet sobre una cumbre de la ultraderecha, la que se llevaría a cabo en un hotel de Santa Fe, una zona residencial al sur de la Ciudad de México (CDMX) y que es una de las más altas en cuanto a su potencial económico.
Sin embargo, fue hasta el día siguiente en donde se confirmó este cónclave de diversos grupos conservadores entre los que estuvieron presentes tanto el viernes 18 como el sábado 19, personajes de varios países que, aunados a los integrantes mexicanos que se dice encabeza un actor de nombre Eduardo Verástegui, así como exintegrantes del Partito Acción Nacional (PAN), así como la presencia de algunas iglesias tanto evangélicas, ortodoxas y, desde luego, de la Jerarquía Católica.
En el programa “Los periodistas en vivo de Sin embargo Al aire” en YouTube, el periodista Álvaro Delgado, presentó un amplio reportaje el viernes 18 precisamente desde las instalaciones del hotel en donde se efectuó este evento, entrevistando a diversos personajes asistentes tanto nacionales como extranjeros y, además, a personas de un grupo que protestaba frente a la entrada de ese hotel que gritaban consignas en contra de esta cumbre y de sus asistentes, debido a su pensamiento de derecha conservadora.
Se entiende constitucionalmente que los ciudadanos mexicanos como tales pueden emitir sus ideas y consignas en forma personal; pero ya no en forma de asociación religiosa, debido a que las organizaciones religiosas no deben inmiscuirse en asuntos políticos y de Estado, porque se deben de dedicar única y exclusivamente a predicar el evangelio y dentro de sus recintos religiosos y nada más. Y si bien los mexicanos como ciudadanos libres pueden expresar sus ideas tanto religiosas como políticas, los extranjeros en ninguna forma lo pueden hacer estando dentro de la Nación Mexicana, pues explícitamente está estipulado en nuestra Carta Magna que por ningún motivo los extranjeros pueden ni deben hacer cuestionamientos sobre política interior en nuestro país. Que lo hagan en su propio país o en otros, pues eso es inevitable; pero dentro del propio México, eso no lo pueden ni deben de hacer.
La consigna de estos grupos ultraconservadores que se manifestaron en un hotel de la CDMX lo hicieron bajo su lema: “Dios, Ley y familia”. Y precisamente ante este pronunciamiento, un integrante del Consejo Ciudadano de nombre Salvador Guerrero Chiprés, que entrevistó el periodista Álvaro Delgado, aduce que precisamente en el término “familia” es en donde surge la pregunta de qué familia, porque una “S” podría cambiar en mucho el significado del lema si dijera “familias”, porque al decir nada más familia, sin la “S”, se podría considerar como si estuvieran hablando de “su familia” y no de todas en general.
Llama la atención que estos grupos de ultraderecha anteponen sus ideas religiosas para justificar sus actos y emisiones supuestamente de justicia para favorecer a las poblaciones de sus diversos países, pues señalan que el socialismo y el comunismo se está expandiendo y de lo que tratan estos grupos es impedir a toda costa este avance por poner en riesgo libertades de expresión, de libertad religiosa, así como de la integración de las familias, etcétera. Y precisamente he aquí el meollo del asunto, pues no cabe duda de que, con este pensamiento y comportamiento, quieren volver a la etapa del oscurantismo en donde las leyes de Dios estaban por encima de las leyes terrenales; leyes de religiones extranjeras en México que, en sí, son las que más han atrasado a nuestra Nación.
Y el mismo integrante del Consejo Ciudadano Salvador Guerrero, entrevistado por Álvaro Delgado, señala que el socialismo y el comunismo que supuestamente están atacando no se ven ya por ningún lado.
En cuanto a las dictaduras que señalan los ultraconservadores como las que dizque existen en Cuba, Venezuela y Nicaragua, sería bueno recordarles que, en la mayoría de las dictaduras que han existido en el continente americano, la mayoría de las jerarquías eclesiásticas han estado si no a favor abiertamente en sí, no las cuestionaron jamás en lo absoluto.
Cuando los acontecimientos en México en el año de 1968, se decía que eran debido a una conjura comunista. Gustavo Díaz Ordaz dijo que no se aceptarían bajo ningún motivo “doctrinas extranjeras”. ¿Las religiones que se profesan en México, acaso no provienen del extranjero?
Sea pues. Vale.