Está de pensarse la cancelación de la Feria Nayarit
Por Sergio Mejía Cano
Desde luego que se tiene que promover el arte y la cultura en Tepic y todo Nayarit, pues es algo que se ha olvidado en los últimos años en esta entidad, sin embargo, y como se dice coloquialmente que para todo hay tiempo, lugar y espacio, no por esto se tendría que suspender el festejo ya tradicional como lo es la “Feria Nayarit”.
Se anuncia en varios medios locales y portales de internet, que en su conferencia semanal el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, señaló que ya no habrá más feria, sino que ahora será una semana cultural y que no haya venta de bebidas embriagantes ni consumo de ningún tipo de drogas, por lo que ya ha hablado con otros gobernadores como el recién llegado al estado de Oaxaca, para que su tradicional festejo de la Guelaguetza se presente en Tepic, así como otras tradiciones de otras entidades del país.
En su conferencia semanal más reciente, el gobernador Navarro Quintero afirmó que no quiere que haya feria el próximo año, sino nada más una “Semana de la Cultura”. El problema, si es que lo pudiera haber, es que está bien que el propio gobernador no quiere más ferias en Nayarit; pero ¿si la mayoría de la población sí las quiere y desea? Pues esta feria en Tepic también se podría considerar ya también tradicional, debido al tiempo que tiene de festejarse, con la interrupción que tuvo con motivo de la pandemia.
Recordemos que este festejo comenzó en el sexenio del entonces gobernador de Nayarit Celso Humberto Delgado Ramírez (1987-1993), precisamente denominándola como “Feria Nacional de la Mexicanidad”, iniciándose en La Alameda, al poniente del Centro Histórico de la capital nayarita; nombrándose así, debido a la concepción que se tiene de que la peregrinación se originó en la mítica Aztlán, que se supone sería la isla de Mexcaltitán, localizada en el municipio de Santiago Ixcuintla, al norte del estado de Nayarit. Y esto fue el detonante para promover esta feria a nivel nacional e internacional, también gracias al eclipse total de Sol de julio de 1991 y que en Nayarit se eligió precisamente la isla de Mexcaltitán para poder observarlo a plenitud, por lo que se invitó a observadores profesionales, así como a astrónomos de otras partes del mundo, por lo que sirvió para promover aún más la Feria Nacional de la Mexicanidad.
Las ferias populares en nuestro país se han celebrado desde hace muchos años. Si recordamos que en muchas de las películas de la llamada “época de oro del cine mexicano”, hay escenas de ferias de pueblos, sobre todo la de San Marcos en Aguascalientes, películas en donde en algunas sobresale el tema de las peleas de gallos, juegos mecánicos, venta de antojitos, aguas frescas y, obviamente en algunas escenas la bebida de pulque y otras bebidas espirituosas.
Se dice que las comparaciones son odiosas; sin embargo, he ahí las Fiestas de Octubre en Guadalajara, que se vienen celebrando desde mediados de los años 60 del siglo pasado, y ha persistido con altas y bajas y, desde luego, con palenques y con venta de bebidas embriagantes, por lo que no dejan de surtir problemas de pleitos y algunos hechos delictuosos y hasta balaceras; pero esto se da hasta en lugares en donde no corre el alcohol ni drogas de ningún tipo, sino debido quizás a la naturaleza humana de dirimir diferencias por medio de la violencia.
La Feria Nayarit podría funcionar bien, hasta con venta de bebidas embriagantes con moderación. La Cultura y las Artes pueden ser promovidas todos los días del año y, desde luego aprovechando los festejos a nombre de Amado Nervo, eventos deportivos, exposiciones de pinturas, conciertos musicales, etcétera; sin embargo, espectáculos como un a feria con juegos mecánicos, venta de antojitos tradicionales, etcétera, sí que lo extrañaría la gente. En cuanto a que haya gente que se embriague de más o consuma algún tipo de droga, pues eso es ya de cada quien, pues es algo que por más que se prevenga y vigile, está comprobado que muchas personas se dan sus mañas para ponerse en sus ocho sentidos a como dé lugar. Así que para esto podría haber vigilancia, autoridades preventivas que estén al tanto de algún tipo de desaguisado en las instalaciones de la feria; una feria que posiblemente para mucha gente podría significar como una válvula de escape y así despabilarse de sus presiones mentales y físicas teniendo un rato de sano esparcimiento y, si otras personas no quieren hacerlo sano y puro, pues eso ya es de cada quien, pues no se puede que toda la gente piense igual.
Sea pues. Vale.