En Nayarit…
¿ARTE Y CULTURA
PARA TODOS?
El pasado lunes 5 de diciembre del presente, el gobernador del estado, Miguel Ángel Navarro Quintero, anunció en la reunión semanal con los medios de comunicación, su plan para la celebración de la tradicional Feria de Nayarit el próximo 2023. Era el resultado pues, de lo que en anteriores semanas se deliberó, y todo apuntaba a que arreglaría los fallos que se tuvieron en la edición de este año -del 10 al 27 de marzo-; y así, hasta ese día lunes, la operación correctiva comportaba erradicar de tajo, la feria misma, para en su lugar llevar a cabo una “semana eminentemente cultural – de exclusiva interactividad artística de gran nivel-, sin una gota de alcohol, y menos de distribución alguna de enervantes”.
Lo anterior, fue base para una reacción singular: hubo voces disímbolas que expusieron desde la inviabilidad de una apuesta radical y por tanto mejor era no cambiar nada en virtud de lo que se perdería y afectaría en la economía y el comercio, al de la que resaltó -quizá como parte de la estrategia oficial para obtener un estratégico consenso y a partir de esta fincar la decisión definitiva-, la de la no suspensión, pero sí que fueran después de todo, el arte y la cultura los aspectos dominantes, al unísono de un estricto control para evitar vicio alguno que contravenga los esfuerzos ya emprendidos por parte del Gobierno para la formación de las presentes y nuevas generaciones en la necesaria sensibilización estética, racional y con valores.
Finalmente, es plausible decir que se tomó por ahora, la mejor decisión, ya que la feria para chicos y grandes siempre ha sido una fiesta de gran concurrencia, de impacto y apropiación popular, donde fue costumbre -desde la primera edición en el formato contemporáneo con la iniciativa del ex Gobernador Celso Humberto Delgado, durante el período de 1987-1993: “De la Mexicanidad” – encontrar una variedad de eventos enormes, la cartelera de conciertos, el teatro al aire libre, la gastronomía, los stands de los municipios, etc, había pues, de dónde escoger: desde acudir y disfrutar la ‘tocada’ de un grupo de“rock”, hasta la ya multi mencionada banda del gusto mayoritario, a lo que se suma la amplia variedad de los tradicionales y distintivos juegos mecánicos, para el disfrute de toda la familia.
Entonces, todos los males a los que el gobernador hizo alusión en su momento, empezando por los vicios y excesos, como características lamentables de las últimas ediciones de la feria, ¿son reales?, por supuesto, y aunque no lo mencionó directamente, el más importante de todos, es el descuido que las propias autoridades generaron de este evento tan emblemático, ahora, justo es decirlo, carente de todo significado, esencia e identidad. Enfocarse en el control total de la venta de alcohol es solo un aspecto, y elemental, de eso no hay duda, y hay que consumarlo cabalmente por salud del pueblo, y el Gobernador seguramente que tendrá un referente importante en símiles de trascendencia internacional como el Cervantino mismo, pues estos tienen venta de alcohol, pero es cuidado escrupulosamente por los organizadores para que no sea factor por el cual el festival pierda su esencia, y lo de mayor peso, el conocimiento y la enseñanza a partir de sendas líneas debidamente planificadas en arte y cultura para el beneficio familiar.
Entonces ¿cuál sería la mejor opción para los Nayaritas?, Que el gobierno encabezado por el Doctor Miguel Ángel Navarro llegue a optimizar al máximo el festival Amado Nervo, como el recién creado Festival de la escritura y las artes, cada cual con su propia identidad muy clara, lo mismo que las metas y objetivos, que lo que en arte y cultura abunda, no daña, y sí beneficia con gran tino a todo el pueblo. Es mejor que el año esté pletórico de acciones inteligentemente planificadas para el desarrollo cultural del pueblo, que el que sus niños y jóvenes, se la pasen en las calles en medio del ocio y la disipación, que es la madre de todos los vicios, como por ejemplo, en esta temporada de fin de año, so pretexto de las festividades decembrinas, atentando contra el derecho de personas y animales, al convertir las aceras y normalmente espacios tranquilos en verdaderos polvorines, porque la pólvora puesta a raudales en sus manos por poderes fácticos, consuma su funesto objetivo eminentemente mercantilista, y de educación bélica.
Mientras tanto, esperemos entonces que la feria Nayarita sea que lo debe ser, ahora con ese gran plus del arte y la cultura, que vuelva a ser una fiesta gigante, y de orgullo para los Nayaritas.
