«Y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin” (Lucas 1: 31-33)
La Navidad es una época muy bonita, con un mensaje muy poderoso, pero tristemente con el correr del tiempo se ha venido comercializando, olvidándose, en gran parte, el motivo principal de ella.
Debemos celebrar la Navidad con una actitud de gratitud y alegría, porque ahí está la mejor noticia, las buenas nuevas, el acontecimiento más importante para el mundo entero, el más grande mensaje de gozo y esperanza que puede recibir el ser humano: El nacimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
No olvidemos que Navidad es el inicio del cumplimiento del plan de salvación de Dios para nosotros. El hombre había caído, habia desobedecido a Dios, se había separado, pero Dios había prometido rescatarlo. Él le daría un Salvador, el cual no podía ser otro que Él mismo. Dios envía entonces a su Hijo, dándonos la mayor prueba de Su perfecto y completo amor para nosotros: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» (Juan 3:16).
No perdamos el propósito de la verdadera navidad. Navidad es disfrutar de ese maravilloso e incomparable amor de Dios, que nos lleva a vivir de una manera digna, libre, próspera y feliz. Además, celebrar la Navidad es enriquecernos con las preciosas muestras de fe, de amor, de obediencia y de entrega incondicional a Dios, que nos han dejado sus protagonistas, asumiendo actitudes sanas, tomando decisiones que nos lleven a nosotros a vivir para un propósito trascendental y eterno para gloria de Dios
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Muchos escuchan con incredulidad el mensaje de la Salvación, para ellos Navidad es solamente fiestas, buenas comidas, viajes, negocios, regalos, pues no comprenden cómo Dios puede hacer algo tan maravilloso y darnos un regalo tan inmerecido. No entienden cómo Dios puede cambiar nuestra vida, hacernos personas nuevas, restaurar nuestro hogar y muchas cosas más. El mensaje de Navidad es un mensaje de amor, de poder y de victoria, porque «¡nada hay imposible para Dios» (Lucas 1:37).
El mensaje de los ángeles a aquellos pastores fue contundente: «Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.» (Lucas 2:10-11).
Ese es el verdadero propósito de la Navidad. Hoy Dios te recuerda que hay un Salvador para ti que hace muchos años vino a nacer. Lo que Él vino a hacer por ti, aún sigue vigente y te ofrece esta gran oportunidad para que lo conozcas y experimentes Su presencia en tu vida.
¿Qué te hace alegrarte en esta temporada de Navidad? ¿La comida? ¿Las fiestas? ¿Los regalos? Si Cristo aún no es tu Salvador no tienes ningún motivo para alegrarte en esta temporada, porque Él un día será tu juez. ¿Que reo condenado a la muerte se alegrará en el cumpleaños de su juez? Ninguno.
Hoy tienes la oportunidad de venir a Dios y de experimentarlo como tu Salvador personal. Si lo haces, tendrás un motivo muy poderoso de gozarte y alegrarte en este tiempo. Entonces la Navidad será completamente diferente para ti.
Devocional compartido por el Centro Cristiano «León de Judá». .
Morelos 465 pte. Entre el Parque Juan Escutia y calle Libertad. Col. H. Casas. Tepic, Nayarit, México. 63080
