Las malignas semillas modificadas genéticamente
Por: Sergio Mejía Cano
Desde luego que raya en la sospecha que tanto el gobierno de los Estados Unidos, así como productores de maíz transgénico, se hayan incomodado por la no aceptación de ese maíz por parte de nuestro país, especialmente para consumo humano. Sin embargo, aquí podría decirse que hay dos noticias: una buena y otra mala; la buena es precisamente el que no se haya aceptado dicho producto transgénico, y la mala, es que la no aceptación es nada más para dicho maíz, porque las demás semillas modificadas genéticamente si podrán seguir llegando a México durante más tiempo.
Y, también otra mala noticia es que, si bien se dice que es para la protección de la salud de los mexicanos el que no se permita su consumo, el problema en sí es que sí se permitirá en mientras el uso de maíz transgénico para forrajes y uso industrial; y he aquí donde se podría decir que fue donde la puerca torció e rabo, ya que si se va a seguir utilizando para forraje y en sí para que se alimente al ganado y si a ese ganado se le cría para que los humanos lo consumamos en sus diversas formas en que se cocina su carne, pues de todos modos en cierta forma quienes consumimos las ricas carnes asadas, bistec ranchero, fajitas de res, etcétera, entonces por ese medio también estaremos y seguiremos consumiendo ese maíz modificado transgénicamente, ¿o no es así?
Se ha documentado que de acuerdo a varios estudios referentes al posible daño a la salud humana que pudieran portar los granos transgénicos, resultando que sí son dañinos para la salud y más aún el glifosato con que ahora se acostumbra fertilizar esos granos y se ha dicho que posiblemente sean altamente cancerígenos. Así que, ¿hacia dónde nos quieren llevar los gobiernos gringos a los supermachos mexicanos?
Y no es por una teoría de la conspiración el decir que los granos modificados genéticamente sean dañinos para la salud humana, sino por lógica, pues jamás nada que sea artificial va a superar a lo natural, nunca. Es obvio que todo lo que sea artificial no puede competir con la naturaleza, de ahí que hayan vuelto a resurgir enfermedades que prácticamente ya estaban bien controladas y otras ya erradicadas y, otras enfermedades que han aparecido, ¿por qué? Pues precisamente porque esos artificios generados por humanos ávidos de obtener más ganancias, de hacer producir aún más las tierras de cultivo y sacar el máximo provecho posible en todo lo que se pueda, sin importar la salud de quienes resulten afectados por sus experimentos genéticos que, suelen ser los países del tercer mundo, de lo que muchos gringos consideran su patio trasero, es decir Latinoamérica, así que de nuevo surge la pregunta: ¿por qué? Pues porque podría ser cierto aquello que ha aparecido en las redes sociales y que señala que las grandes potencias quieren establecer un nuevo orden mundial.
Y, si tomamos en cuenta aquello de que existe un eslogan entre los gobiernos de las grandes potencias mundiales; pero sobre todo de los estadounidenses, pues se dice que piensan que, “si algo sobra en el mundo es gente”, así que hay que sacudir el árbol y desgranar la mazorca y así que haya menos gente en el mundo. Eso se dice, aunque podría no estar muy alejado de la realidad, de ahí que sea mucha la insistencia de los gobiernos gringos de que México adquiera a fuerzas su maíz transgénico; tal vez para así, se enfermen muchos mexicanos de ambos sexos y de todas las edades y así tener un mejor control de nuestro país en muchos aspectos, pues con la baja en la enseñanza y en la educación de las nuevas generaciones, se ha visto y comprobado que en la mayoría de estas nuevas generaciones casi no hay pensamientos a fondo ni de análisis y menos de búsqueda de más argumentos, sino que se van muchas de las veces con lo que oyen o les dicen sin tratar de comprobar si hay veracidad en todo eso que llega a sus oídos y ojos.
Nada que sea modificado genéticamente ni cuyo origen sea artificial, será superior a nada que sea natural, ¡jamás! Entonces ¿por qué tener qué hacerles caso al gobierno gringo y sus productores de grano modificado genéticamente? Se entiende que su disgusto no es precisamente porque quieran que los mexicanos estemos saludables y bien alimentados, sino todo lo contrario: que nuestra salud sea muy endeble y nuestra alimentación peor todavía, para que sus grandes cadenas farmacéuticas sigan floreciendo económicamente produciendo cada día más productos de alivio; pero nunca curativos, pues nunca será lo mismo aliviar que curar.
Sea pues. Vale.