Cancelación filatélica de una estampilla de correo dedicada al magisterio
Por Sergio Mejía Cano
El pasado día 23 de este mes en curso, en el Foro Cultural Ofelia Domínguez, que preside la licenciada Ana María Ibarra Tovar, y dentro del marco del Día del Maestro, se llevó a cabo la cancelación filatélica de una estampilla que muestra un fragmento de la obra: “Cosmogonía de los pueblos indígenas de Oaxaca”. Tocó hacer dicha cancelación, precisamente a la licenciada Ibarra Tovar, teniendo como invitada de honor a la licenciada Lilia Guadalupe Zárate Guzmán, Gerente Estatal Nayarit, de la Dirección Regional Centro de Operación Regional, del Servicio Postal Mexicano.
El fragmento de la obra que presenta esta estampilla es un diseño de Sergio Barranca Rábago, su autor el pintor, muralista y grabador, Arturo García Bustos. La obra “Cosmogonía de los pueblos Indígenas de Oaxaca”, se muestra en el mural en Aguafuerte, en el Palacio de gobierno, en Oaxaca.
Señaló la licenciada Lilia Guadalupe Zárate Guzmán que, uno de los principales objetivos de Correos de México es difundir la cultura a través de las estampillas postales, y qué mejor lugar para la cancelación filatélica de esta estampilla dentro del marco del Día del Maestro, que el Foro Cultural Ofelia Domínguez, ampliamente reconocido por sus exposiciones, así como el impulso que da a la danza, la música, el canto, el dibujo, la pintura, etcétera; así que por lo mismo se hizo la solicitud a su presidenta, la licenciada Ana María Ibarra Tovar, para llevar a cabo este gran acontecimiento, apoyado también por el Instituto Politécnico Nacional.
Esta estampilla que se emite este año y que es un fragmento de la obra “Cosmogonía de los pueblos indígenas de Oaxaca”, hace referencia al arduo trabajo de la educación y la enseñanza rural. Esta obra se puede admirar en la escalera lateral izquierda del Palacio de Gobierno de Oaxaca; es una obra emblemática porque al alzar la mirada se observa la escuela rural, las misiones culturales que, al abrirse paso en las montañas llegaron a los municipios más apartados de Oaxaca, en las que, a su paso, salieron a relucir las expresiones más antiguas de 16 grupos originarios. De tan repetido el encuentro, se volvió recíproco el aprendizaje y así, la gente conoció el silabario, tuvo acceso a la lectura clásica, disfrutando de las artes y también de la ciencia, creando una nueva generación atenta, nuevas generaciones con los ojos muy abiertos con hambre de aprender. Gente que sabe que la educación como la tierra, como el agua, como la Naturaleza en sí, les pertenece y hay que reclamarla.
Se tomó en cuenta esta obra para plasmarla en la emisión de esta nueva estampilla, como un gran reconocimiento para el magisterio en su conjunto; pero más a los maestros rurales que han llevado los conocimientos a los pueblos más apartados y alejados de todo el país. Hoy en día, gracias a estos maestros y maestras, hasta el sitio más recóndito de la República Mexicana, se dan clases en todas las pequeñas escuelas rurales que, afortunadamente existen en la mayor parte de nuestro país.
Está documentado históricamente que, en 1911 Francisco León de la Barra, sucesor presidencial interino de don Porfirio Díaz, estableció que se construyeran escuelas en las zonas más alejadas en el país y, en el año de 1925 durante la administración del entonces presidente Plutarco Elías Calles, se ordenó la construcción de mil escuelas rurales cada año, así como la creación de la primera Escuela Nacional de Maestros.
Es por esto y más que, tanto la Secretaría de Educación Pública, así como el Servicio Postal Mexicano, se enorgullecen al hacer un pequeño; pero a la vez grande y merecido homenaje a las maestras y los maestros que, sin importar las condiciones a veces adversas, tanto de clima como de traslado que llegan a padecer, aun así, tienen la vocación muy firme de compartir sus conocimientos para beneficio de las nuevas generaciones tanto en zonas rurales como urbanas.
Muy merecido este reconocimiento al magisterio con la cancelación filatélica de esta estampilla que, si bien representa la educación rural, en sí está dedicada tanto a la enseñanza rural y urbana, porque abarca a todas las personas que se dedican a una de las profesiones más nobles y respetables: la enseñanza y la educación en todo el país sin importar adversidades de todo tipo que tengan que soportar maestras y maestros. Bien por este bien merecido homenaje al magisterio con esta estampilla que hará a quien la contemple, que recuerde que, gracias a sus maestras y maestros está en donde está.
Sea pues. Vale.
