Habrá que darle el beneficio de la duda a la neo secretaria de Gobernación
Por Sergio Mejía Cano
A muchos mexicanos interesados en los movimientos políticos en el país sorprendió la designación de la licenciada en Derecho, Luisa María Alcalde Luján, como secretaria de Gobernación, no tanto por su género, sino por su juventud y, desde luego, por su posible inexperiencia de lo que podría significar para ella la política interna del país que no es poca cosa, ya que ahí están muchos tiburones que se podrían comer, políticamente hablando, a la señora Alcalde Luján, pues se ha documentado que el puesto de secretario de Gobernación es para personas con mente fría y calculadora además de tener y recurrir a mucha diplomacia.
Sin embargo, también se podría dar el beneficio de la duda conforme se vaya desempeñando en su nuevo encargo la abogada Luisa María Alcalde, porque podría dar la sorpresa en contra de la primera impresión de algunos sectores que se han ido con la finta del bajo perfil desempeñado En el mismo cargo en la Secretaría de Gobernación, de la exministra Olga Sánchez Cordero quien, a pesar de haber sido ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se le vio muy opaca, muy sin ganas y como nadando de a muertito mientras era cambiada; un bajo perfil como secretaria de Gobernación de doña Olga Sánchez que la maledicencia de mucha gente la llegó a comparar como un florero decorativo y nada más, sin ninguna efectividad durante el tiempo que fungió como titular de Gobernación.
A Luisa María Alcalde no le ayuda en lo absoluto su paso en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, pues para muchos sectores de la clase trabajadora dejó mucho qué desear su paso por dicha Secretaría, pues poco o nada resolvió en favor de la clase trabajadora, sin mover a los líderes charros sindicales enquistados desde hace décadas como dirigentes de sus gremios. Un claro ejemplo se podría dar en el sindicato petrolero en donde si bien, desapareció públicamente el charro Carlos Romero Deschamps, en su lugar quedó un allegado con las mismas o perores mañas que tanto han caracterizado a los dirigentes sindicales; mañas que les han redituado enormes ganancias económicas de las que ninguno de sus representados ni en sus sueños más locos podría llegar aspirar a tener una vida como la de sus dirigentes sindicales.
Al no verse resultados favorables en cuestiones sindicales, en su momento algunos analistas señalaron que la señora Alcalde Luján tenía un lastre muy pesado en la figura de su papá. Arturo Alcalde Justiniani, ya que como asesor sindical podría tener varios conflictos de intereses que no dejarían actuar en ninguna forma a su hija en la posibilidad de que quisiera actuar en contra de los caciques del charrismo sindical, ya que, en determinado caso, su papá se podría ver envuelto en algunas anomalías de la mayoría, si no es que de todos los “líderes” sindicales a nivel nacional, pues don Arturo Alcalde, como asesor sindical ha estado muy involucrado en el actuar de muchos de ellos. Así que posiblemente por eso no se vio ningún cambio de gran relevancia en ninguno.
Y, a propósito de líderes sindicales, el gremio ferroviario vivió y sintió muchos síntomas de esperanza cuando triunfó Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en las elecciones presidenciales en el 2018, pensando que quizás llegaría por fin la justicia a las miles de demandas laborales y otras tantas civiles y hasta penales en contra del sempiterno secretario general del sindicato ferrocarrilero, Víctor Félix Flores Morales, y que posiblemente la entonces flamante secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, enfocaría sus baterías en contra de ese charro sindical; sin embargo, la decepción llegó cuando se vio y se sintió la burla en el sindicato petrolero; una decepción que se acrecentó al ver pasar el tiempo y que al parecer los ferroviarios pasaron al olvido con sus demandas y todo.
Según algunos analistas, Alcalde Luján no tendrá mucho margen de maniobra, pues se dice que la mayoría si no es que todos los integrantes del Gabinete normal y ampliado no cuentan con autonomía absoluta, sino que tienen que acatar los dictados de AMLO, por lo que vaticinan que Luisa María, será un símil de Olga Sánchez Cordero.
Luisa María Alcalde deja muchos conflictos labores sin resolver en la Secretaría del Trabajo, conflictos mineros, ferrocarrileros, petroleros; pero más, del magisterio y, precisamente esos conflictos recaen principalmente en la Secretaría de Gobernación debido a la política interna del país. Paradójicamente lo que dejó, ahora lo tendrá que enfrentar.
Sea pues. Vale.
