Muchas motos se mueven en Nayarit
Por Sergio Mejía Cano
Se dice que no es ético escribir en un artículo de opinión de cosas personales; sin embargo, en ocasiones es necesario para dar enfoque al tema a tratar.
Pues bien, resulta que el pasado 8 de julio de este año en curso, me invitaron a una reunión familiar a Santiago Ixcuintla, Nayarit, saliendo de Tepic a alrededor de las 16:30 horas; un servidor viajaba como copiloto y tal vez debido a la costumbre de haber sido empleado ferroviario y siempre estar atento al camino, la velocidad y los señalamientos a lo largo del trayecto, me sorprendió ver infinidad de motocicletas rodando en ambos sentidos. Estos vehículos motorizados de dos ruedas, salían algunas de las poblaciones aledañas a la carretera internacional número 15 y, desde luego, otras se encontraban ya rodando en la cinta asfáltica.
El caso es que la mayoría de estas motocicletas eran de bajo cilindraje con un rodar no óptimo para una carretera internacional que, si bien era la libre, de todos modos, hay mucho tránsito vehicular, sobre todo tráileres y desde luego, vehículos de todo tipo que, tal vez por estar buena la carretera, mucha gente se ahorra el cobro de la autopista. Muchas de estas motos se veían en malas condiciones de uso o con falta de mantenimiento adecuado, pues algunas no traían luces o salpicaderas dando la impresión de que tal vez por de uso rural de diario y de ser usadas para trayectos cortos, se les deja deteriorar o no hay tiempo para mantenerlas en óptimas condiciones de uso, pues con tal de que rueden está bien.
Y precisamente el poco cilindraje de estas motocicletas en las zonas rurales que no desarrollan altas velocidades es lo que en cierta forma pone en peligro a quienes las conducen que, por lo visto, muchos de estos motociclistas no van solos, pues se miró que algunas de estas motos llevaban dos o más pasajeros, tal vez familia, porque se vio una con tres ocupantes en donde nada más quien conducía la moto llevaba casco protector del cráneo, una mujer atrás y un niño o niña encima del tanque de la gasolina. Otra moto la conducía una mujer con otra atrás y ambas sin casco protector, y así por el estilo.
El problema es que debido a la baja velocidad con que se conducen estas motos pone en riesgo tanto a quien las conduce como a los conductores de los demás vehículos, pues al entrar a una curva, de pronto se ve una motocicleta rodando por media carretera y, debido a la velocidad con la que va un vehículo con velocidad crucero o autorizada, es decir a más de 60 kilómetros por hora, tal vez para alguno o más conductores se les haga muy difícil evitar alcanzar a una de estas motos que no llevan buena velocidad.
Se entiende que deberían de circular estos vehículos de dos ruedas por el lado derecho; pero a muchos de los que las conducen tal vez se les hace fácil irse por en medio, en donde en una curva podría ser alcanzado por un vehículo o golpeado por uno que venga de frente, sobre todo un tráiler que, por lo reducido de la carretera que no fue diseñada para las dimensiones de los actuales tráileres, muchos de estos o la mayoría se ven obligados por lo regular a tener que invadir parte del carril contrario, así que no nada más los motociclistas corren el riesgo de ser chocados, sino los demás vehículos también.
Al ir mirando esto en mi viaje de gorrón a la otrora llamada “costa de oro”, entendí por qué últimamente se han suscitado tantos accidentes a motocicletas tanto en las carreteras como en las zonas urbanas, pues se dice que por necesidad mucha gente se ve obligada a tener que desplazarse en motocicleta, y sí, pues si bien se ven muchos de estos vehículos en las carreteras, en la capital nayarita se incrementa cada vez más el parque vehicular de motocicletas ya sea por gente que va a sus trabajos o los repartidores de todo tipo y obviamente, por cobradores de las tiendas departamentales; aunque algunas de estas tiendas mandan a pie a sus cobradores, también están ahora los que cubren mandados o pedidos, por lo que así se vean muchos carros, combis y camiones, las motos casi se les igualan en número circulando.
En cuanto a los accidentes que cada día aumentan más, la causa podría estar en la falta de cultura vial tanto de quienes conducen los vehículos automotrices como de peatones y ciclistas y desde luego, las prisas, el querer llega a tiempo o más temprano a algún punto de destino. Así que, precisamente debido a estas prisas, es por lo que se olvida la prudencia, el criterio y a veces hasta el instinto de conservación. Sea pues. Vale.