Doctrinas extranjeras
Por Sergio Mejía Cano
Durante los conflictos estudiantiles en nuestro país en el año de 1968 y que culminaron con la matanza de Tlatelolco el 2 de octubre (no se olvida), se decía en su momento por la parte gubernamental y haciendo eco la mayoría de los medios periodísticos, de que todo se debía a una conjura comunista para tratar de desestabilizar al país; y también en esos días se oyeron voces de alguien del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, de que no se permitiría que “doctrinas extranjeras” contaminaran la mente de los jóvenes.
Desde luego que al decir doctrinas extranjeras se referían a las doctrinas políticas marxistas, leninistas, trotskistas, etcétera; sin embargo, la mayoría de las doctrinas de todo tipo que se han adoptado y adaptado en México son de origen extranjero, sobre todo las religiosas dependientes del judaísmo, del hinduismo y, se podría decir del budismo, aunque según los estudiosos, el budismo no es una religión, sino una filosofía. Pero eso es otra historia.
Ahora con el resurgimiento del franquismo en España con el partido denominado “VOX” que preside un ultraderechista de nombre Santiago Abascal Conde, se ha estado expandiendo el pensamiento derechista acaparando a mucha gente en otros países en donde México no podría ser la excepción, debido a que es un país de creyentes en su mayoría, lo que ha sido aprovechado precisamente por los ultraderechistas, pues hay un excelente caldo de cultivo debido a lo ancestralmente religioso del pueblo mexicano.
Obviamente que no se generaliza en cuanto al fanatismo religioso en nuestro país; pero de que hay personas muy fanáticas, religiosamente hablando y que se someten ciegamente precisamente a una doctrina extranjera que se implantó en nuestro país a sangre, fuego y espada, claro que las hay; personajes tanto de la política como del empresariado y, obviamente de la jerarquía católica en México, que desde siempre anteponen o han antepuesto sus creencias religiosas a las leyes del país. Gente que, aprovechándose de las creencias de la mayoría de los mexicanos, se aprovechan de esto para tenerlos sometidos y enajenados engañándolos con el viejo cuento del comunismo, del socialismo y desde luego, con el supuesto de la defensa a la vida.
El problema es que está documentado en la mayoría, si no es que, en todos los conflictos de índole religiosa, se ha visto que los fanáticos religiosos son muy violentos, recurren a la violencia para dirimir sus diferencias con quienes no concuerdan con sus creencias, creencias que no son otra cosa más que eso: creencias y nada más, sin que haya nada concreto realmente más que pura creencia.
Y a propósito de violencia, ahora que el señor Santiago Abascal impulsa la campaña para su partido derechista gana la Presidencia de España, ha dicho que de ganar la Presidencia su agenda en política exterior defenderá la “beligerancia diplomática” en países que tengan en su gobierno a formaciones políticas de izquierda como México, Colombia, Chile, Brasil, Cuba y Venezuela; y además, arremete contra el Grupo Puebla y el Foro de Sao Paulo, a los que tilda de “cárteles de comunistas y narcotraficantes”. (La Jornada, 19 de julio de 2023, por Armando G. Tejeda).
Según la Real Academia Española (rae.es), dice que beligerante es “dicho de una nación, potencia, etcétera, que está en guerra; y segunda acepción: combativo. Así que se podría entender que al decir eso de “beligerante” en la diplomacia con países con gobiernos no derechistas, querrá tal vez mantener relaciones bélicas, de confrontación. De ahí que se diga que los fanáticos religiosos le apuestan más a la violencia y la agresión que a la buena voluntad, a la tolerancia y la confraternidad.
En cuanto a las doctrinas extranjeras, en la mayoría de los países que las han adoptado y adaptado a su idiosincrasia, como en México, en donde hasta los pueblos originarios han sido invadidas por el extranjerismo doctrinario, estos países son los que menos han avanzado en cuestiones científicas porque supuestamente muchas de estas se oponen a los mandatos divinos, van en contra de las leyes celestiales por lo que de anteponer la ciencia a los postulados religiosos nos podrían poner en pecado mortal e ir a parar directamente al averno.
Lo bueno es que ahora la Ley de Asociaciones Religiosas y culto Público protege a nuestra Nación librándola de tener o contar con una religión oficial, porque de tener una religión oficial como en otros países latinoamericanos, la oficial abatiría o no permitiría a las demás.
Sea pues. Vale.