Concientizar a las nuevas generaciones sobre el cambio climático
Por Sergio Mejía Cano
En el portal de internet “nayaritaltivo.com.mx” que dirige el destacado periodista de la gente, don Oscar González Bonilla, aparece la invitación de la ambientalista de tiempo completo, señora María Eugenia Jiménez Valenzuela, a “Un nuevo curso de juventudes por la acción climática”.
Así que, por lo mismo, hace la pregunta: ¿Quieres cambiar el mundo y no sabes por dónde comenzar? E informa que mediante un curso online gratuito se puede cursar a un ritmo propio desde cualquier parte del mundo, por lo que invita a los jóvenes interesados a certificarse para el cambio climático en un curso del PNUD en América Latina y el Caribe y Eco House Global, y registrarse y compartir para invitar a sumarse a más jóvenes mediante la página https://Inkd.in/e89adfQR.
Dicho programa “está diseñado desde la juventud, para la juventud, ya que es una oportunidad para quienes quieran profundizar su formación en la acción climática e incorporar herramientas para incidir en su realidad local, nacional e internacional”.
La señora Jiménez Valenzuela fue presidente municipal del municipio de Tepic, Nayarit, así como diputada federal; pero su preocupación por el medio ambiente ha sido de toda la vida, por lo que ha participado en varios foros ambientalistas tanto a nivel nacional como internacional, incluso pertenece a uno de estos grupos que han llevado la voz cantante sobre los estragos que se han estado generando en el planeta y que han influido enormemente en el cambio climático que ya es más que evidente.
De ahí que le interese a doña María Eugenia Jiménez que las nuevas generaciones se adentren en el daño que le está generando a la humanidad y por ende al planeta entero el cambio climático; pero qué es lo que más ha influido en este cambio. De ahí que se esté haciendo un llamado a los jóvenes para que comiencen a hacer consciencia sobre lo que significa el cambio climático y el daño al medio ambiente, así como a la flora y la fauna que por desgracia ha conllevado a la desaparición de varias especies en todo el mundo.
Se entiende que si se les hace ver a las nuevas generaciones que no se debe permanecer indiferente ante la grave contaminación ambiental, al ir creciendo y llegando a ocupar puestos clave en cualquiera de los tres niveles de gobierno en donde tengan que ver con el medio ambiente, ya no permitirán que se devasten bosques, cerros y montañas, que no se descarguen aguas negras ni líquidos tóxicos a las corrientes de agua; que se mire en todo momento cómo funcionan los depósitos de la basura y en su caso, que funcionen óptimamente las plantas tratadoras de agua en donde las haya.
Pero no nada más se debe despertar la consciencia sobre el cambio climático a los jóvenes que tal vez en el futuro lleguen a ocupar cargos gubernamentales, sino para todo ciudadano y ciudadana, para que vayan tomando esa conciencia y la vayan trasmitiendo a sus descendientes para así, ir formando una cadena de conocimientos de lo grave que podría llegar a ser el no cuidar el medio ambiente. Para que si ven algo irregular lo denuncien, y si por esto podrían temer por su seguridad, entonces conformar grupos de ambientalistas y hacer las denuncias correspondientes ante las autoridades. Esto porque se ha documentado que hay talas clandestinas en donde por significar muchos intereses en el mundo maderero, existe la posibilidad de que haya grupos armados cuidando dichas talas.
Se dice que la Naturaleza se fortalece a sí misma; sin embargo, los estragos que se le causan son tantos y varios que no se le da tiempo para regenerarse debidamente, por lo que llega a pasar la factura y una de estas facturas es precisamente la del cambio climático; un cambio ya muy palpable del que ya mucha gente ha sido afectada.
La invitación que comparte la señora Jiménez Valenzuela no se puede tomar como descabellada, pues es precisamente haciendo tomar consciencia a las nuevas generaciones como se pueden evitar más daños a la ecología. Y que tomen y se formen la consciencia de que en este planeta vamos todos los seres vivientes que lo habitamos y que en determinado caso de que se lleguen a dar severos cambios climáticos, nadie se salvará ni por más billetes que se tengan; ahora sí como se dice coloquialmente: todos vamos en la polla.
Un profesor ya pensionado me comenta que el que mucha gente se haya hecho indiferente ante el deterioro ambiental, podría deberse quizás por la eliminación de la materia de civismo, pues se olvidaron reglas de urbanidad y respeto a todo.
Sea pues. Vale.