Pensiones dignas para todos los mexicanos
Por Sergio Mejía Cano
Ahora con la reforma de pensiones que pretende llevar a cabo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para que los trabajadores se pensionen con el cien por ciento de su último salario, sus adversarios y algunos analistas de economía han puesto el grito en el cielo afirmando que tal medida sería inviable, ya que en ningún país del mundo se hace esto.
Entonces, si en ningún país del mundo se pensiona a los trabajadores con el monto de su último salario, México sentaría un precedente como el primer país que lo hace. Sin embargo, tal vez los adversarios de AMLO vean esto como un peligro para sus propios intereses y la posibilidad de que algunos países lo vayan a tomar como ejemplo de ser una buena medida; aunque ya se sabe que en el mundo empresarial la mayoría de sus integrantes parecieran estar cortados con la misma tijera, por lo que se supone ya de antemano, que vaya a haber férreas oposiciones al respecto.
Un claro ejemplo de lo que es el mundo empresarial en gran parte del mundo; pero también en nuestro país se ha visto con su oposición a los aumentos a los salarios mínimos y más, ahora que está la iniciativa para reducir a 40 horas laborales la semana, por lo que se entiende que un mundo ideal para muchos empresarios e industriales sería que volviera la esclavitud más descarada y no soterrada como se estila en algunas empresas e industrias, en plantaciones en donde se ha documentado que explotan hasta a menores de edad y, desde luego, hasta en el mundo deportivo en donde los deportistas se compran y venden como vil mercancía.
No por nada muchos empresarios e industriales están a favor de que la tecnología industrial cada día tenga más avances en la robotización de máquinas que poco a poco han ido desplazando la mano de obra con máquinas capaces de hacer el trabajo de varias personas a la vez. Hoy en día ya existe un caldo de cultivo por lo menos en algunos supermercados en donde ya hay cajas automatizadas en donde ya no es necesaria la empleada o empleado de caja haciendo los cobros, por lo que existe la posibilidad de que no tarda el día en que los cobros en tiendas departamentales y supermercados o en la mayoría de los comercios grandes la atención ya no sea personalizada, sino todo manejado electrónicamente.
Pero volviendo al tema de las pensiones, también se dice que se tendrán que modificar las leyes del IMSS y del ISSSTE, debido a que las reformas laborales de 1997 prácticamente dejaron sin la posibilidad de que las nuevas generaciones que empezaron a cotizar en estas instituciones de Salud posterior a junio de 1997, pocas probabilidades tendrán de poder pensionarse debido al incremento de las semanas de cotización con que deban contar al momento de querer pensionarse, y si bien por el momento se redujo el número de semanas cotizadas de 1250 a 750 a partir del año 2021, cada año subsecuente se irán aumentando 25 semanas cotizadas más, lo que para gran parte, si no es que para las nuevas generaciones de a pie les será muy difícil poder llegar a cotizar esta cantidad de semanas de cotización sin llegar a pensionarse dignamente tal y como pretende AMLO; y menos, porque hoy en día la mayoría de la clase trabajadora no tiene la seguridad de contar con un trabajo estable, seguro y duradero por los vaivenes económicos y de generación de empleos.
El problema es que quienes despotrican contra esta posible reforma de pensiones, jamás han dicho nada contra las pensiones de la burocracia dorada, la de funcionarios que por unos cuantos años al frente de una dependencia gubernamental se pensionas con cientos de miles de pesos mensuales, así como bonos de retiro, primas vacacionales, etcétera.
Pero qué se podría esperar de los detractores de esta pretendida reforma de pensiones de AMLO si tampoco se han pronunciado por los enormes sueldos que perciben los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistrados, jueces y una gran parte de los que integran el Poder Judicial en su conjunto. Y si como se dice comúnmente que las comparaciones son odiosas, no nada más en la élite judicial reciben salarios y pensiones ostentosas y ofensivas para la mayoría del pueblo mexicano, sino también la de muchos funcionarios como del que fuera secretario de Relaciones Exteriores y de Hacienda del entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León: José Ángel Gurría Treviño, de quien se dice que con menos de un año de trabajar como director en Nacional Financiera, lo jubilaron con millones de pesos.
Sea pues. Vale.