CON PRECAUCIÓN

Falta de consciencia en mucha gente para cuidad el agua

Por Sergio Mejía Cano

Pareciera increíble que haya gente que aún no toma consciencia absoluta de la gravedad que se cierne sobre la humanidad por la falta de agua, pero es un hecho muy palpable que se puede constatar cotidianamente en muchas partes de nuestro país al ver personas regando la banqueta y la mitad o toda la calle en el entorno a su casa, lavando su automóvil con la manguera del agua, así como dejar tirar el agua al lavar ropa, fregar los trastes o simplemente al estarse bañando.

Obviamente que para la gente que sufre días sin que les salga una gota de agua de sus llaves, al ver que otras personas la desperdician impunemente les resulta indignante ver esto y, si algún conocido les reclama, la respuesta común y por demás incongruente es: “y qué, al fin y al cabo, yo la pago”. Incongruente respuesta porque en sí lo que se paga no es el agua, sino la instalación de las tuberías, el saneamiento y mantenimiento de las mismas y porque no toman en cuenta lo que se decía anteriormente en spots tanto en radio como en televisión de que el agua nos la da la Naturaleza, pero no la entuba ni las hace llegar a nuestras casas como por arte de magia; no, sino que el agua ya está en el subsuelo, pero como ya no se permite tener pozos artesanos como los tenían la mayoría de las casas todavía hasta finales de los años 60 del siglo pasado, pues ahora se tiene que apoquinar con determinada cantidad económica para que llegue el agua a los domicilios.

El problema estriba en que en muchos domicilios que cuentan con la tubería adecuada para recibir el agua, esta no les llega como debiera o si les llega, a veces con poca presión o cada tercer día o una vez a la semana o nada más por la madrugada y, en muchos de los casos ni una gota en días o semanas; sin embargo, tiene que contribuir con su cuerno cada ciudadano so pena que le corten el suministro, aunque este suministro sea nada más de oír un gorgoteo ficticio o puro aire o a veces ni un soplido de nada. Y lo peor, como se ha documentado que ha sucedido a varios ciudadanos que por no pagar el adeudo al Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), hasta les han cortado las descargas del drenaje de sus casas.

Y a propósito del SIAPA, cierta vez me encontré a un conocido caminando por céntrica calle de la capital nayarita. Al saludarlo me comenta que venía de solventar un problema con el SIAPA, pues unos de sus vecinos le habían puesto el dedo un día que estaba regando la banqueta y la calle frente a su domicilio, esa denuncia de algunos vecinos hizo que a su puerta llegara una persona identificándose como inspector del SIAPA para entregarle un requerimiento y una posible multa por desperdiciar el agua. Comentó el conocido que en ese mismo instante le aclaró al supuesto inspector que el agua con la que estaba regando la calle él la había comprado, pues una pipa le acababa de llenar el aljibe; pero no hizo entrar en razón al dicho inspector del SIAPA, quien le dijo que la cita ya estaba agendada y que fuera a aclarar todo a las oficinas del SIAPA. Y de allá venía cuando lo encontré y al despedirse me dijo que ya no había lío, que todo había quedado aclarado, pues mostró los recibos del cobro y pago del agua de las pipas que le surten su aljibe dos veces por semana.

Volviendo a la gente que aún no toma consciencia plena de la crisis del agua, tal vez no lean las noticias que cotidianamente informan de la escasez del vital líquido, de cómo cada día los lagos, lagunas, arroyos, canales y presas hidráulicas cada día están más bajos en su nivel y de que se pronostica un temporal de lluvias muy escaso, que posiblemente no llueva con la intensidad requerida para el reabastecimiento de los vasos lacustres que, al rebasar sus límites naturales desparraman el agua a ríos, arroyos y canales, así como el reabastecimiento de los mantos freáticos, los ojos y nacimientos de agua. Pero al parecer tampoco se han esterado estas personas que no toman en cuenta la falta de agua, de que ya han estado secando o desaparecido en su totalidad muchos depósitos de agua naturales y que, por lo mismo, la escasez de agua en todo tipo de poblaciones será inminente.

Hace algunos años que ya se documentó que existía la posibilidad de que las próximas guerras no sean por petróleo o por cualquiera otro tipo de energía, sino que serán por el agua, y no precisamente batallas en barcos de guerra, sino por el agua en sí debido a que cada día falta más y la que hay, gran parte de esta está muy contaminada.

Sea pues. Vale.

Redacción

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