El poder femenino ha estado presente desde siempre
Por Sergio Mejía Cano
El hecho de que próximamente quien presida nuestro país sea una mujer, sienta un precedente histórico, pues desde antes que se constituyera como nación lo que ahora son los Estados Unidos Mexicanos (México), su dirección ha estado a cargo de un varón, pues desde el nacimiento de la nación Mexica y demás naciones del entorno, la dirección de los señoríos de aquel entonces, fueron ocupados por emperadores varones.
Pero no nada más en lo que ahora es México en sí ha sido presidido por hombres, sino en gran parte del mundo ha sucedido lo mismo y, si bien, en algunos países ha habido primeras ministras y reinas, en la mayoría de los casos ha predominado el supuesto mando varonil. Supuesto, porque ¿qué varón no ha tenido que recurrir más de una vez a ser aconsejado o asesorado por una mujer? Primero con la mamá, luego con hermanas, tías o alguna otra mujer de la familia y al último con la esposa, por lo que es de suponer que, en muchas de las circunstancias en las que se ve envuelto un hombre, la última palabra o decisión la tiene, por lo regular, la mujer.
Así que existe la posibilidad de que, en la mayoría de las decisiones de gobernantes de todo tipo, incluso emperadores y hasta de los más crueles dictadores del mundo, haya estado el consejo o asesoramiento de una mujer e incluso hasta la orden de qué hacer en determinados casos. Y si bien no sería muy descabellado pensar que el mando detrás del trono ha estado presente el elemento femenino, ahora no será muy extraño ver que ya abiertamente será una mujer ya dando la cara presidiendo a nuestro de por sí complejo país.
Sin embargo, hasta el año de 1953 la mujer fue severamente sobajada, denigrada, pues hasta antes de ese año a la mujer no se le permitía votar y menos estar coludida en cuestiones políticas; aunque con sus raras excepciones, pues a lo largo de la existencia de nuestro país y desde antes, históricamente se habla de varias mujeres que han tenido mucho que ver en el desarrollo de México en todas sus formas, unas muy reconocidas por la historio y otras más, que si bien no son nombradas en la historia patria por haber participado en forma anónima o que precisamente por ser mujeres la historia no las tomó mucho en cuenta, de todos modos contribuyeron con su granito de arena para el bien de nuestra gran nación mexicana.
Hoy en día se prueba y se comprueba que la participación de la mujer en el desarrollo de nuestro país ha sido muy relevante, pues afortunadamente la mujer se ha abierto paso en todos los ámbitos, sobre todo el político; tanto así, que ya está próximo el día en que porte la banda presidencial una mujer: Claudia Sheinbaum Pardo.
¿Por qué la mujer ha sido sobajada en muchos aspectos, a pesar de que es la que nos trae a este mundo, nos cría, nos protege y vela por nuestra educación y salud?
Al humorista gráfico español, Antonio Fraguas de Pablo se le atribuye la frase contundente de “La violencia es temor a las ideas de los demás y poca fe en las propias”. Así que el hombre, desde que vio y comprobó el potencial de la mujer muy superiores a los de él, tomó la decisión de opacarla por medio de la fuerza, haciéndola pasar a segundo plano; porque también se ha dicho que, cuando alguien recurre a la violencia es porque ya se le acabaron los argumentos con qué debatir, por lo que existe la posibilidad de que por lo mismo, el hombre le quitó voz y voto a la mujer obligándola a pensar que su lugar era atender a los hijos y solamente dedicarse a las labores hogareñas quitándoles el poder de decisión en todos los aspectos; ¿por qué? Pues precisamente porque al sentirse inferior mentalmente, por medio de la violencia ha tratado de acallarla y opacarla a lo largo de la existencia de la humanidad.
Pero está demostrado científicamente que el organismo femenino es más fuerte que el masculino, así se le diga a la mujer que es el sexo débil; nada de eso, pues el organismo de la mujer está adaptado para aguantar más las enfermedades, los dolores, el frío y, aunque no se le vea exteriormente la fuerza física, pueden cargar bultos pesados al igual que un hombre, porque gracias al centro de gravedad del cuerpo femenino, se les dificulta menos hacer tareas pesadas.
Y, además, también está probado y comprobado que la mujer es más analítica que el varón, más centrada y firme en sus decisiones y resoluciones; de ahí que, tal y como se dice líneas arriba, la mayoría de los gobernantes, emperadores, reyes, monarcas y dictadores, recurran a la mujer por consejo.
Sea pues. Vale.