Por: La Redacción
Tepic, Nayarit.- Martes 25 de junio del 2024.- Crece la preocupación en Europa por el aumento de casos de eritema infeccioso producido por el parvovirus B19, una afección conocida popularmente con el nombre de ‘virus de la bofetada’. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) lanzó a principios de junio de 2024 una alerta que notifica casos en 14 países de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo, entre los que se encuentra España.
Crece la preocupación en Europa por el aumento de casos de eritema infeccioso producido por el parvovirus B19, una afección conocida popularmente con el nombre de ‘virus de la bofetada’. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) lanzó a principios de junio de 2024 una alerta que notifica casos en 14 países de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo, entre los que se encuentra España.
El ‘virus de la bofetada’, eritema infeccioso o megaloeritema es una enfermedad provocada por el parvovirus B19, una infección cuyo síntoma más evidente es la aparición de sarpullidos rojos, generalmente en las mejillas. Pero más allá de esto, los signos de contagio pueden variar en función, sobre todo, de la edad. En niños, por ejemplo, estos pueden ser:
- Fiebre
- Malestar estomacal
- Dolor de cabeza
- Goteo nasal
Después de la aparición de los primeros síntomas, es posible que se produzca una erupción cutánea en la cara del niño, de color rojo intenso. Esta podría expandirse hacia otras zonas del cuerpo, incluso llegando hasta los pies, donde el picor es todavía más intenso, y alargarse temporalmente hasta tres semanas en algunos casos. Sin embargo, lejos de ser un síntoma más grave que el resto, el sarpullido indica la debilitación de la infección; es decir, es una señal de que el individuo se encuentra casi al final de su paso por la enfermedad.
Por su parte, en los adultos, la «bofetada» característica del virus no es habitual, pero en su lugar podrían darse dolores en articulaciones como manos, rodillas o tobillos. Así y todo, se trata de una infección que, en caso de no pertenecer a uno de los grupos vulnerables anteriormente mencionados, no debería presentar graves complicaciones de salud. Es por esto que no existe un tratamiento concreto para combatir la infección, más allá del cuidado personal en el hogar.
Como ocurre con otras enfermedades típicas de la infancia, una vez un individuo se contagia con el parvovirus B19, obtiene inmunidad de por vida. Por esta razón, no se dispone de una vacuna para prevenir la enfermedad, ni tampoco de un tratamiento específico, ya que los síntomas -a excepción del sarpullido- no son exclusivos del diagnóstico.
Fuente: .nationalgeographic.com.es