El paso a la historia de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo
Por Sergio Mejía Cano
Es de suponer que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) debe de estar muy consciente de que ya pasó a la historia y que pasará más por ser la primera mujer que preside la República Mexicana, desde que se instauró como tal desde hace 200 años predominando los varones como presidentes; aunque existe la posibilidad de que, en algunos casos, sus mujeres podrían haber llegado a ser la voz definitiva en algunas ocasiones.
Así que por lo mismo, nuestra presidenta no se puede andar por las ramas en cuestiones y decisiones determinantes, porque queda claro que siempre estará con los reflectores encima en cuanto a todo lo que diga o haga no tanto por sus seguidores, sino más bien por sus detractores que ya desde el inicio de su mandato han estado atentos a cualquier posible error o pronunciamiento, tal y como está sucediendo en estos días nada más porque no fue invitada a la investidura del anaranjado enfermo mental como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica (USA, por sus siglas en inglés), sin tomar en cuenta -esos detractores- que, de acuerdo lo que se ha documentado, no es costumbre en aquel país que se invite a mandatarios y primeros ministros de otros países a la unción de los presidentes estadounidenses.
Sin embargo, como Donald Trump ha invitado a los presidentes latinoamericanos de Argentina, Javier Milei y de El Salvador, Nayib Bukele. Pero como ha dicho la misma CSP al respecto: no pasa nada. Y, además, como señalaron los periodistas Álvaro Delgado Gómez y Alejandro Páez Varela del portal de YouTube de sinembargo.com.mx: que más valió que no haya sido invitada nuestra presidente, pues se iba a ver mal al lado o en medio de los mandatarios de Argentina y de El Salvador, así como de los demás invitados que se identifican con una derecha recalcitrante y que posiblemente no les caen nada bien los programas emprendidos y continuados por CSP.
Se ha documentado que recientemente el expresidente de México, Ernesto Zedillo Ponce de León, dio una conferencia virtual en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), en donde entre otros pronunciamientos, Zedillo dijo que vendrían tiempos negros para México con la llegada de Trump de nueva cuenta a la presidencia gringa, dando a entender de que mejor la presidenta de México se sometiera a los dictados del próximo presidente de los USA, con lo que queda claro lo que siempre se dijo de él, así como de sus antecesores y sucesores hasta Enrique Peña Nieto, quienes siempre bailaron al son que les tocaron los gobiernos gringos con los que les tocó bailar.
De acuerdo a algunos analistas e historiadores, los únicos presidentes que han incomodado a los gobiernos gringos desde que cayó don Porfirio, son los de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, así como el de don Lázaro Cárdenas del Río y, desde luego, el de Andrés Manuel López Obrador y ahora el de Claudia Sheinbaum Pardo.
Existe la posibilidad de que las órdenes que recibió el entonces embajador estadounidense en tiempos de Francisco I. Madero, Henry Lane Wilson, para que tramara el derrocamiento del también conocido como el apóstol de la democracia, fue porque los gringos le tenían miedo y más, su entonces presidente, William Howard Taft, ya que no podía concebir cómo un hijo de hacendados tenía esas ideas extrañas de la democracia que podría afectar el estatus cómodo del que gozaban sus ascendientes; así que mejor hacerlo a un lado, pues no fuera siendo que le diera por hacer algo más por el pueblo mexicano, como por ejemplo hacerle caso a Emiliano Zapata y que repartiera o reconociera que era cierto que la tierra era del que la trabajaba y no de los que vivían cómodamente a expensas del campesinado.
De don Venustiano Carranza la alarma no podía quedar atrás al gobierno gringo ahora bajo Woodrow Wilson, pues don Venus se atrevió a aprobar una Constitución Política que iba en contra de algunos intereses estadounidenses, así que mejor moverle el tapete y cuello.
Obviamente que hoy en día son otros tiempos, porque si Madero pudo ser derrocado y poco defendido fue porque no se acercó ni se identificó con el pueblo de inmediato, que lo pudo haber protegido y apoyado. En cuanto a Carranza, se podría decir que le tocó bailar con la más fea debido al conflicto de intereses y ambición de los sonorenses, a los que tal vez les importó más su estatus que el bien de la Nación, poniendo más atención en sus luchas internas para hacerse del Poder y por lo que tenía que hacerse a un lado a don Venus.
Sea pues. Vale.
