La mayoría de la gente no experimenta en cabeza ajena
Por Sergio Mejía Cano
La mancha urbana de la ciudad de Tepic, Nayarit crece y crece y por ende, el parque vehicular también se incrementa cada día más, sobre todo motocicletas; así que por lo mismo, la capital nayarita está dejando de tener la tranquilidad de antaño que tanto la caracterizó alguna vez, ya que debido al crecimiento imparable, ahora la vida en la ciudad se ha vuelto más rápida y con gran riesgo en sus calles y avenidas, así como en los libramientos carreteros que circundan la ciudad.
Por lo mismo, no es raro ver y leer en los medios informativos u oír por comentarios sobre accidentes automovilísticos, pero más entre motociclistas entre quienes en la mayoría de quienes conducen estos vehículos de dos ruedas no atienden los señalamientos de seguridad para transportarse, ya que constantemente se miran circular motos con hasta tres personas a bordo y por lo regular nada más una de ellas con casco protector, portándolo ya sea quien va conduciendo o quien viaja como pasajero o pasajeros.
El pasado domingo entre la avenida Victoria y la calle Bravo se vio circular de norte a sur por la avenida México a eso de las 19:40 horas un grupo como de cuatro o cinco motocicletas con dos y tres tripulantes cada una y la mayoría sin casco protector.
Y a propósito del casco protector, se ha visto constantemente que hay motociclistas que sí portan su casco, pero nada más como para cumplir con el protocolo, pues no traen el barbiquejo amarrado, por lo que al momento de un impacto es lo primero que vuela, de ahí que cuando hay un accidente de un motociclista se golpee la cabeza sufriendo graves daños y en ocasiones hasta con pérdida de masa encefálica. Y hay de cascos a cascos, pues poniendo atención se mira que algunos de ellos son de plástico, como si fueran de juguete y que, por lo mismo, no representan ningún tipo de protección.
Se supone que hay disposiciones de cómo deben de ser los cascos para circular en motocicleta, tanto para las zonas urbanas como para carretera, así como también los hay para las competencias de carreras de motos; sin embargo, hay motociclistas que portan cascos para las competencias conduciendo sus vehículos en las zonas urbanas; pero, como estos cascos son completamente cerrados no permiten una buena visión y audición y menos si traen visera oscura. De acuerdo a conocedores del tema, los cascos ideales para las zonas urbanas deben de ser como los que utilizan los agentes de vialidad y no los que se usan para moto-Cross.
Se entiende que nadie por lo regular experimenta en cabeza ajena. Si casi a diario se sabe de accidentes de motociclistas que se golpearon la cabeza, de todos modos hay muchas personas que no lo portan pensando quizás que a ellos no les va a pasar nada, lo mismo que les sucede a muchos automovilistas que a pesar de saber y enterarse de que muchos de los accidentes automovilísticos se dieron porque sus conductores iban bajo los efectos de bebidas alcohólicas, aun así manejan como si no estuvieran expuestos a lo mismo; y no nada más los accidentes les suceden a quienes han ingerido bebidas embriagantes, sino hasta a personas que por más cautela y prudencia vayan manejando, una persona alcoholizada los pasa a perjudicar.
No por nada las cárceles están llenas de gente que ha cometido los mismos delitos que se cometieron hace 10, 20, 50, 100 años o más, pues hay gente que al hacer un daño que ya sabe que alguien más hizo lo mismo, lo comete con la posible creencia de que no lo van a cachar.
Hay ladrones, rateros, asesinos, violadores, criminales y delincuentes que actuaron con el mismo modus operandi que otros más actuaron hace años, ¿por qué? Pues porque así es la naturaleza humana. De ahí que para nada serviría que se implantara en nuestro país la pena de muerte, ya que si esto sirviera de ejemplo nadie volvería a cometer algo que ameritara la pena de muerte; sin embargo, en países en donde aún sigue vigente esta pena, se siguen cometiendo los mismos delitos.
Y menos serviría en nuestro país la pena de muerte debido al sistema de justicia tan deplorable que existe en nuestro México lindo y querido, pues cuántas veces no se sabe de gente que con el tiempo resultó ser inocente a quien se le dicen las famosas palabras de “usted disculpe” al dejarla libre; sin embargo, si se sentenciara a muerte a alguien en nuestro país y resulta que era inocente, ¿cómo sacarlo de la tumba o si es cremado, cómo resarcir sus cenizas para darle disculpas? Infortunadamente la vida continuará como hasta hoy.
Sea pues. Vale.
