Que el transporte urbano dé un mejor servicio y de calidad humana
Por Sergio Mejía Cano
La secretaria de Movilidad del estado de Nayarit, Sistiel Karime Buhaya Lora, ha sugerido recientemente a la ciudadanía tepiqueña que reporte las anomalías que se detecten en el servicio de transporte urbano, con el fin de tratar de corregirlas en lo posible.
Y, como cada quien habla de la feria de acuerdo como le vaya en ella, en el caso de los jóvenes de la tercera edad, sería decirles a los conductores de este servicio de transporte que ya no dejen a los adultos mayores de ambos sexos con la mano extendida solicitando se detenga para abordarlo, pues es común que, en la periferia de la ciudad cuando los choferes ven a una persona de la tercera edad no se detengan sin ponerse a pensar, quizás, los choferes que tal vez tengan ya casi media hora o más esperando esa ruta y sin tener alguna clase de consideración si está lloviendo o están esos adultos mayores en pleno solazo sin que haya una sobrita cercana.
Lo mismo sucede también con los estudiantes, a quienes por alguna razón desconocida o a propósito, los conductores de servicio desprecian al igual que los adultos mayores, tal y como si en las familias de estos choferes no existieran o haya ancianos y estudiantes.
También decirles a los choferes del transporte urbano que, en tiempos de lluvia, cuando detecten encharcamientos cercanos a las banquetas o lugares en donde se estén guareciendo de la lluvia algunas personas, disminuyan la velocidad para evitar en lo posible salpicar a la gente o que se introduzca el agua de algún charco en puertas o ventanas o en algún negocio que esté cercano a un encharcamiento. En sí, que las personas que conducen camiones, combis o taxis se formen y hagan consciencia de que manejen con precaución cuando las calles y avenidas estén con charcos o corrientes de agua.
Y que estos choferes del transporte urbano se formen plena consciencia también de que son servidores públicos y que se deben a los usuarios, así que, no porque un adulto mayor pague la mitad del pasaje ya no vale la pena detenerse para que aborde la unidad, pues es pasaje al que se le tiene que brindar el servicio y, además, que el tiempo durante su turno no les pertenece, sino a un itinerario determinado y que su trabajo consiste en subir y bajar pasaje, es decir, dar servicio al público usuario y no darse gustos ni satisfacciones de tiempo disponible para asuntos personales.
Otra sugerencia para los choferes del transporte urbano sería que evitaran el uso del teléfono móvil, pues es frecuente ver que muchos de estos conductores lo vayan utilizando mientras manejan y si no se distraen al manejar ya sea mirando la pantalla o hablando en línea, es común que al llegar a un semáforo en alto o en color rojo lo dediquen a estar mirando la pantalla de su celular o llamando y hablando distrayéndose de tal manera que solamente avanzan cuando los vehículos que esperan detrás le suenen el claxon para avisarles que ya tiene rato que el semáforo se puso en siga o en color verde.
Ya hace varios años que se estableció que en las unidades del transporte urbano estén disponibles algunos asientos preferenciales tanto para adultos mayores, débiles visuales, mujeres embarazadas o con niño en brazos y para personas con capacidades físicas y motoras diferentes, asientos que se diferencias por estar pintados de color amarillo; sin embargo, en muchas ocasiones estos asientos van ocupados por jóvenes de ambos sexos o personas que aún no llegan a la mayoría de edad y que a simple vista no se ve que padezcan de alguna discapacidad física; y así vayan de pie y a un lado de estos asientos personas para los que se estableció el uso de estos lugares, no se levantan para ceder el asiento a quien sí lo necesita ocupar.
Así que no sería muy descabellado sugerirles a los choferes de este servicio que en cuanto haya oportunidad, y para llevar un buen gobierno en la unidad de servicio a su cargo, se fijen quienes van ocupando estos lugares preferenciales, para en caso de ver que van unos jovencitos ocupándolos les digan que se levanten para que les dejen el asiento a la gente que deberían ocuparlos.
Y tan no es descabellada esta idea de que el conductor de servicio se ocupe de llevar el orden dentro de la unidad a su cargo, pues sería algo similar a cuando le dicen al pasaje que va viajando de pie que se recorran hacia atrás que está más vacío y que la bajada es por la puerta de atrás. Es común ver esta acción de los choferes cuando la gente de pie está muy cerca de él o de la puerta delantera.
Sea pues. Vale.