Salir de un estado de desánimo y procrastinación puede ser complicado, pero hay estrategias que podrían ser útiles para facilitar el apoyo y las herramientas necesarias para superarlo:
Fomentar la Comunicación Abierta:
Lo primero es crear un espacio donde la persona se sienta escuchada y comprendida. Pregúntale cómo se siente y, sobre todo, trata de entender su perspectiva sin juzgar. A veces, solo el hecho de sentirse escuchado/a puede aliviar la sensación de aislamiento que puede estar experimentando.
Buscar el Equilibrio entre Flexibilidad y Estructura:
A algunas personas, la falta de estructura las lleva a sentirse perdidas, lo que puede empeorar el desánimo. Intenta implementar una rutina básica con pequeños compromisos diarios, pero sin hacerle sentir abrumado/a. Ayúdale a establecer horarios y metas realistas, pequeñas y concretas, que la hagan sentirse productivo/a sin que se sienta presionado/a.
Romper el Ciclo de Inacción y Procrastinación con pequeñas metas:
A menudo, la inacción y la procrastinación surgen de la falta de dirección o del miedo a no cumplir las expectativas. Dividir tareas grandes en metas muy pequeñas, casi insignificantes, puede ayudar a que dé los primeros pasos. Celebrar esos logros, aunque parezcan pequeños, puede motivar a la persona a seguir avanzando.
Fomentar Actividades que le den energía:
Pregúntale qué cosas la hacían sentir bien o ilusionada en el pasado. A veces, el desánimo lleva a olvidar los intereses. Puedes sugerir actividades placenteras o creativas, como arte, ejercicio, o alguna nueva experiencia que podría despertar su curiosidad y motivación.
Fomenta el Cuidado Personal:
El autocuidado, tanto físico como mental, es esencial para combatir la falta de energía. Anímalo/a a cuidar su alimentación, hacer algo de ejercicio (incluso caminar al aire libre), y a tener una rutina de sueño adecuada. El cuerpo afecta enormemente el estado mental.
Evita la presión excesiva: Aunque desees ayudarle a mejorar su situación, es importante no imponer expectativas demasiado altas. Si siente que no puede cumplir con lo que se espera de él/ella, esto puede aumentar su desánimo. Acompáñalo/a en el proceso de forma paciente y empática.
Motivación Intrínseca:
Intenta ayudar a esa persona a reconectar con lo que la motiva personalmente. Más allá de las tareas o expectativas externas, guíala para que encuentre razones personales para moverse o progresar, que no estén ligadas a obligaciones, sino a algo que la inspire.
Buscar apoyo de Profesionales médicos si es necesario:
Si notas que su desánimo persiste y afecta gravemente su vida diaria, considerar la ayuda de un psicólogo o terapeuta especializado en ello podría ser una buena opción.
A veces, la procrastinación está relacionada con problemas emocionales más profundos, como la ansiedad o una depresión leve, que requieren apoyo profesional.
La clave aquí es avanzar poco a poco, respetando su ritmo, pero sin dejar que el desánimo gane terreno. A veces, solo pequeños cambios positivos pueden ser un buen inicio para salir de ese ciclo.
Es difícil sentir que los esfuerzos no están dando el resultado esperado. Aquí te comparto algunas estrategias y enfoques para intentar mejorar la actitud, así como recursos que pueden ser útiles:
Estrategias para Vencer la Inacción y el Desánimo
Validar Emociones:
Es importante validar lo que está sintiendo. A veces, las personas que están desanimadas y no quieren hacer nada se sienten incomprendidas o juzgadas, incluso cuando los demás solo quieren ayudarlas. Expresar que entiendes que se siente desganada y que está bien sentirse así puede ser el primer paso para que se abra más y no se sienta presionada a “estar bien” o fingir que “no pasa nada, estoy bien”.
Enfoque en lo Positivo:
En lugar de enfocarse en lo que no está haciendo, debe trata de reconocer cualquier pequeño logro o avance que haya hecho, por pequeño que sea. Incluso si no ha completado una tarea, reconocer que lo ha intentado o ha pensado en hacerlo puede ayudar a construir una sensación de progreso.
Desarrollar Autocompasión: Aníma a la persona a ser amable consigo misma. Muchas veces, la procrastinación y el desánimo vienen acompañados de autocrítica. Puedes sugerirle que se hable a sí misma con el mismo cariño y apoyo que ofrecería a un buen amigo en una situación similar. La autocompasión puede ayudar a reducir la presión y el miedo al fracaso.
Redefinir el Éxito y las Metas:
A veces, el desánimo proviene de tener metas o expectativas que parecen inalcanzables. Ayúdala a reformular sus metas de manera que se sientan alcanzables y gratificantes. Por ejemplo, si tiene el objetivo de «ser más productiva», eso podría parecer abrumador. En su lugar, podrías sugerirle metas como «leer una página» o «salir a caminar por 5 minutos», y enfocarse en el proceso, no en el resultado.
Romper con la Rutina a Través de Nuevas Experiencias:
Aunque no tenga ganas de hacer nada y no desee hacer ninguna actividad, a veces, algo nuevo y distinto puede encender una chispa de motivación. Puedes sugerir hacer algo inesperado juntos, como visitar un lugar nuevo, ver un documental interesante, o simplemente cambiar el entorno de la casa, lo que puede romper el ciclo de inercia.
Técnicas de Activación Conductual:
La activación conductual es una técnica terapéutica sencilla que consiste en hacer pequeñas actividades para mejorar el estado de ánimo a través de la acción. Puedes sugerirle que
comience con una actividad mínima y muy sencilla que le dé una pequeña dosis de satisfacción. Esto podría ser cualquier cosa, desde cepillarse el pelo hasta escuchar una canción favorita. La clave es empezar, por más pequeño que sea el paso.
Acceso a Recursos Gratuitos: Existen muchas fuentes en línea de apoyo emocional y herramientas para lidiar con el desánimo. A continuación te comparto algunas:
Recursos y Fuentes Útiles
Mind.org: Esta organización ofrece información gratuita sobre el manejo del desánimo, la ansiedad y la depresión, con guías y técnicas que pueden ser aplicables en casa.
Mind.org – Cómo enfrentar el desánimo y la depresión
Coursera y edX: Ambas plataformas tienen cursos gratuitos sobre bienestar mental y manejo del estrés que pueden ser útiles. Muchos de estos cursos son dictados por universidades de prestigio y cubren técnicas de autogestión emocional.
Terapia Cognitivo-Conductual (CBT):
Existen manuales y guías en línea gratuitos sobre la terapia cognitivo-conductual, que pueden ayudar a cambiar patrones de pensamiento negativos que pueden estar alimentando el desánimo.
Algunas herramientas gratuitas:
Centre for Clinical Interventions (CCI): Tiene guías y hojas de trabajo descargables sobre CBT y activación conductual.
Aplicaciones de Salud Mental Gratuitas:
Sanvello: Ofrece ejercicios de mindfulness, monitoreo de estado de ánimo y técnicas de autogestión.
Moodfit: Ayuda a establecer pequeñas metas diarias para mejorar el bienestar general.
CBT Thought Diary: Apoya la práctica de la CBT mediante el registro de pensamientos y emociones.
Libros de Autoayuda: Si la persona prefiere leer, hay varios libros disponibles en línea de manera gratuita o a bajo costo sobre cómo superar el desánimo y la procrastinación. Algunos de los más recomendados incluyen:
«Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva» de Stephen Covey, y «El poder de los hábitos» de Charles Duhigg. Disponibles en algunas bibliotecas virtuales.
Estas herramientas y recursos pueden ayudarle a dar pequeños pasos hacia la acción, mejorar su estado de ánimo y romper el ciclo de desánimo. La clave es la constancia y la paciencia, y asegurarte de que sienta que puede contar con tu apoyo incondicional durante el proceso.