Un tema que quizás vaya para largo
Por Sergio Mejía Cano
Se entiende que todo servidor público, del presidente de la República (en este caso, presidenta), al tomar posesión de su cargo protestará, de acuerdo al artículo 87 constitucional, guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen (…), por lo tanto, se supone que también los jueces, magistrados y ministros de ambos sexos, también están obligados a cumplir con esta protesta.
Sin embargo, varios de estos servidores públicos no quitan el dedo del renglón respecto a que se elimine del Diario Oficial de la Federación la publicación de la reforma al Poder Judicial, porque en vez de guardar y hacer guardar la Carta Magna, ahora la están impugnando siendo que de acuerdo a como se ha explicado en varios medios de información, así como en las mismas conferencias matutinas que ofrece la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, sobre a que de acuerdo a la Ley de Amparo, no proceden las impugnaciones a las reformas constitucionales, de acuerdo al artículo 61 de la misma ley. Así que no se entiende por qué insisten algunos jueces en otorgar suspensiones que impugnan la referida reforma constitucional a Poder Judicial.
Obviamente, que lo que están haciendo los jueces, magistrados y ministros es defender sus propios intereses, sus prebendas y privilegios; no así los trabajadores del Poder Judicial, aunque muchos de ellos siguen en un paro muy raro, pues están percibiendo sus salarios. En cuanto a esto, la misma presidenta ha mencionado que es algo muy anómalo, ya que la misma Ley Federal del Trabajo establece que cuando uno o varios trabajadores se ponen en huelga o paro laboral, dejarán de recibir sus salarios, precisamente por no estar trabajando. Esto podría ser un indicativo de que estos trabajadores están estirando de más la liga, por lo que posiblemente se tengan que tomar medidas más drásticas; aunque la doctora Claudia Sheinbaum ha dicho que por el momento las cosas sigan igual, ya que en caso de aplicar la ley por estar recibiendo un salario sin trabajar, de inmediato se tacharía a su gobierno como intolerante o hasta dictatorial; pero a la mejor si las cosas siguen así debido a que miles de audiencias se han interrumpido, pues algo se tendrá que hacer, ya que no pueden permanecer los juzgados cerrados en nuestro país en el que tantos delitos se cometen a diario.
Queda claro que hoy en día no son los mismos ministros que estuvieron el tiempos del entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), cuando comenzó a reformar la Constitución en aras para permitir el saqueo de los bienes nacionales, de empresas antes consideradas como áreas estratégicas, dando origen a las privatizaciones que tanto afectaron a gran parte de la población mexicana empezando con Teléfonos de México, con los ferrocarriles, las minas, ingenios, servicios médicos, la educación pública, etcétera. Esto se siguió dando en los gobiernos posteriores hasta el año de 2018.
Tampoco dijeron nada cuando Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) desapareció de un plumazo a la compañía de Luz y Fuerza del Centro, dejando en la calle a miles de trabajadores, todo, para favorecer a las compañías extranjeras de electricidad, sobre todo españolas, en donde Calderón Hinojosa se fue a trabajar con una de esas compañías. En aquel entonces ni los trabajadores del Poder Judicial, así como jueces, magistrados y ministros dijeron nada, ¿por qué? Pues por estar a las órdenes, al mande usted del jefe del Poder Ejecutivo; así de fácil. Y, como no les afectaba a las cabezas del Poder Judicial, pues ahí se ven; quizás algunos de los entonces ministros hasta aplaudieron esta medida.
Existe la posibilidad de que este asunto vaya para largo, pues ahora se informa que el Poder Judicial también tendrá sus mañaneras en donde expondrán sus razones para oponerse no nada más a la reforma al Poder Judicial, sino tal vez para tratar de bloquear otras reformas que vayan en el sentido de beneficiar al pueblo de México, debido a que ya se hecho fehaciente que la mayoría de quienes integran el Poder Judicial, trabajan más bien para una pequeña élite, para la burguesía y la oligarquía o como han señalado varios analistas: para quienes tengan la posibilidad de pagar por la justicia a modo del poder económico.
Así que esperemos, pues el sentido común dicta que la presidenta, Claudia Sheinbaum está bien fundamentada y está apegada a las leyes y, precisamente, a nuestra Carta Magna y las leyes que de ella emanan.
Sea pues. Vale.