La misma presa hidroeléctrica con otro nombre
Por Sergio Mejía Cano
Se dice que el proyecto de la presa hidroeléctrica “Las tres cruces” sobre el río San Pedro, en el estado de Nayarit, nació en el año de 2013; sin embargo, este proyecto tomó fuerza en el sexenio del entonces gobernador de dicha entidad, Roberto Sandoval Castañeda (2011-2017), lo que generó de inmediato infinidad de protestas debido a los daños que causaría en el entorno del único río aún libre de obstáculos de este tipo. Daños que se causarían a la ecología, flora y fauna y, desde luego, a los sitios sagrados de los pueblos originarios asentados en la zona en donde quedaría dicha presa.
Obviamente que en ese tiempo se realizaron varios amparos en contra de la posible construcción de dicha hidroeléctrica, amparos que lograron la suspensión, se dice que definitiva. Pero ahora resurge este proyecto ahora con el cambio de nombre para esta presa, pues se dice que de llevarse a cabo será la presa «El Nayar” o algo así; aunque de todos modos queda claro que los posibles daños ecológicos y la desaparición de los lugares sagrados de las etnias autóctonas de todos modos siguen persistiendo, por lo que de nueva cuenta ya comenzaron las protestas para detener en lo posible que se haga la construcción de esta presa que en sí, sería la cuarta en el estado de Nayarit.
En diciembre de 2018, a la llegada de la administración del ahora expresidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya no se habló para nada de este proyecto, por lo que se llegó a considerar como algo muerto ya, pues AMLO puso más atención a la conclusión del canal Centenario, que hoy lleva el nombre del gran luchador social nayarita, Alejandro Gascón Mercado. Y, si ya AMLO ni nadie más hablaron de la dichosa presa de Las tres Cruces, pues obvio que muchos nayaritas dieron por hecho que aquel proyecto había quedado archivado definitivamente.
Sin embargo, ahora de nueva cuenta surge la posibilidad de que se llegue a construir esta presa hidroeléctrica ahora bajo el nombre de El Nayar, ¿por qué? Pues posiblemente porque si bien en el pasado se interrumpió el funcionamiento al cien por ciento de las presas hidroeléctricas en el país, dizque para dar paso a otras formas de energía limpia como la eólica y de luz solar; ahora que ya se sabe que todo fue para favorecer a las empresas de energía de capital privado, sobre todo extranjero, y además, con el cuento de que las hidroeléctricas generaban energía sucia, lo cual resultó ser falso de toda falsedad, pues las presas generan energía limpia al impulsar sus turbinas con la fuerza del agua. Así que los gobiernos hasta antes de AMLO, bajaron la intensidad de la fuerza hídrica para que las turbinas no trabajaran a toda su capacidad y así justificar a la inversión privada.
Pero algo habrá pasado recientemente que vuelve a pensarse en este proyecto que ya se consideraba muerto y enterrado. Tal vez por lo mismo de que las hidroeléctricas generan energía limpiamente y trabajando a toda su capacidad, podría en el futuro ya no permitir el uso de combustóleo, carbón o diésel que se sigue utilizando en la generación de energía eléctrica; pero ¿qué acaso con las tres existentes ya en Nayarit no sería más que suficiente? ¿Por qué otra presa en Nayarit que, aparte de generar energía eléctrica, también significaría graves daños al ecosistema en donde se construiría, además de la desaparición de esos lugares sagrados de los pueblos originarios? ¿Qué ya no se recuerda el daño que generó la presa de Aguamilpa a la entonces llamada Costa de Oro, en el municipio de Santiago Ixcuintla?
En caso de que siga adelante este proyecto, tal vez pase algo similar a los daños ocasionados en su momento con la construcción de la hidroeléctrica de Aguamilpa al verse afectados los cultivos, la pesca, la posible desaparición de algunas especies y hasta el clima, ahora que están de moda los cambios climáticos.
Posiblemente AMLO le puso más atención al canal Alejandro Gascón Mercado debido a la extensión de riego que llegue a significar cuando ya esté trabajando a toda su capacidad; y esto, también deberían de esperar quienes han pensado en revivir el proyecto de la otrora presa de Las tres cruces: esperar a ver su funcionamiento. Claro que no es junto con pegado, pues el canal representa riego y la presa generación de energía eléctrica; sin embargo, tal vez en caso de que se construyera la presa en cuestión, no le llegue agua en forma debida al canal Alejandro Gascón Mercado. Así que no habrá de otra más que esperar a ver qué se decide.
Sea pues. Vale.